Zhuo Qianyun exclamó: "¡Ye Wenming! ¿Por qué el Pequeño Yan está contigo? ¿Dónde están ahora?".

"Le estoy mostrando algo al Pequeño Yan y lo llevaré de regreso más tarde", dijo.

Zhuo Qianyun se quedó en silencio por un momento antes de finalmente decir: "¡No tardes mucho con el Pequeño Yan!".

Después de colgar la llamada, Ye Wenming miró a su hijo que se sentía arrepentido. Obviamente, el pequeño sentía que no debió haber venido aquí sin permiso, ya que había preocupado a su madre.

"¡Quiero volver a casa!", dijo Zhuo Yan.

"Está bien", respondió Ye Wenming, sin tener la intención de mantener al pequeño aquí.

Cuando el coche se detuvo en la tienda de Zhuo Qianyun, ella ya estaba mirando por la puerta. Inmediatamente corrió para abrir la puerta del coche cuando vio que se estaba estacionando.

Una vez que su hijo bajó del coche, Zhuo Qianyun miró cuidadosamente a su hijo, temiendo que estuviera herido.

"¿Él... te hizo algo?", le preguntó Zhuo Qianyun a su hijo.

Zhuo Yan sacudió la