Una vez que Hao Jifei regresara a la Ciudad Venado, su estatus cambiaría drásticamente.

Sin embargo, Hao Jifei todavía estaba aquí y Shen Weifang la sorprendió cuando no se lo llevó a la fuerza.

Aun así, ella sabía que el niño regresaría a la Ciudad Venado algún día.

Hao Jifei parecía un poco nervioso. Tenía la sensación de que Ling Yiran sabía que su padre había venido a buscarlo.

Sin embargo, ¡él nunca le había dicho a nadie!

"Está bien", respondió él suavemente.

Una vez que llegaron a la Residencia Yi, Yi Qianjin llevó a Hao Jifei a la sala de piano para practicar.

La enorme sala del piano se había convertido en su sala privada.

Yi Qianjin y Hao Jifei tocaron tres piezas de Beethoven.

Habría sido difícil incluso para dos adultos, y mucho más para dos niños. Sin embargo, los dos trabajaban bien entre ellos. Cuatro pequeñas manos se movían rápidamente sobre las teclas del piano sin un solo error.

Cuando dejaron de tocar, el hermoso sonido pareció hacer eco por toda la sala.