”Dime, ¿qué pensará Ling Yiran si algún día descubre la verdad?”. Dijo el Amo Yi.

Yi Jinli sonrió de repente, pero sus ojos estaban fríos. “Ella nunca sabrá la verdad”.

El Amo Yi gruñó. “¿Crees que eso es posible? Ahora que lo sé, estoy seguro de que algún día ella también…”.

No pudo terminar su oración antes de ser interrumpido por Yi Jinli. “Ella nunca lo sabrá. ¿Verdad, abuelo?”.

Su voz fría habló a un volumen que solo ellos dos podían escuchar. El Amo Yi vio un destello amenazador en los ojos de su nieto.

¿Este nieto suyo incluso se atrevió a amenazarlo por el bien de una mujer? Un sentimiento de inquietud brotó en el corazón del Amo Yi.

¿Sería cierto que, en el futuro, su nieto no estaría controlado por una mujer?

¿Podrían empeorar las cosas?

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Durante el fin de semana, Ling Yiran tomó el autobús hasta el hospital donde estaba su abuela.

La sala de la Abuela, sin embargo, estaba llena de parientes. Cuando vieron a Ling Yiran, sus rostros se llenaron de todo tipo de expre