En el salón de luto de la Residencia Yi, Yi Jinli estaba mirando la lápida conmemorativa de su padre frente a él con un toque de amargura en la comisura de los labios. "Papá, lo siento. Pensé que nunca perdonaría a esa mujer y que la dejaría morir para que pagara por sus pecados, pero amo tanto a Yiran que no quiero que sufra. ¡Así que perdóname, Papá!".

Sosteniendo los palitos de incienso encendidos, se inclinó respetuosamente tres veces ante la lápida conmemorativa de su padre antes de insertarlas en el quemador y darse la vuelta para salir de la sala de luto.

Cuando regresó a la casa principal, el Tío Kwan dijo: "Joven Amo Yi, la Joven Señora se llevó al Joven Amo Mo, al Segundo Joven Amo y a la Joven Señorita de viaje".

"Está bien, entiendo", dijo Yi Jinli sin hacer más preguntas. Al principio habían acordado que no le avisaran si fuera a llevar a los niños a ver a esa mujer.

Eso fue exactamente lo que ella hizo. Ella solo le dijo que se iban de viaje.

'Tal vez esto sea lo mej