Gao Congming sabía que el Joven Amo Yi estaba enojado con Ling Yiran. El Joven Amo Yi había estado trabajando en la mansión. Ni siquiera fue a la oficina, pero eso no impidió que los empleados de la compañía sintieran que estaban en una cuerda floja.

Tres altos ejecutivos habían sido despedidos en tan solo unos días. Dios sabía a cuántos más les sucedería lo mismo si el Joven Amo Yi permanecía enojado dentro de los próximos días.

Mucha gente le había preguntado sobre el motivo de los despidos repentinos del Joven Amo Yi. ¿Cómo se suponía que iba a responder a eso? Incluso si era atrevido, no se atrevía a decir que era porque la pareja había discutido.

Afortunadamente, Ling Yiran finalmente lo encontró. ¡Ella era la única que podía enojar tanto al Joven Amo Yi y la única que podía calmarlo!

Gao Congming rápidamente fue al estanque. Yi Jinli estaba de pie junto al estanque, mirando en silencio las flores de loto especialmente cultivadas.

No era la temporada para que florecieran las