Qin Lianyi no dijo nada al final. Simplemente se soltó del agarre de Bai Tingxin y salió del coche para alejarse.

Bai Tingxin miró su mano temblar ligeramente una vez que su figura desapareció de su vista. El toque anterior había hecho que su cuerpo doliera de nuevo.

Sin embargo... no pasaría mucho tiempo antes de que se levantara la maldición de sangre en su cuerpo. ¡Entonces, él podría estar con Lianyi!

...

Cuando Bai Tingxin regresó a su mansión, Gao Manlin ya estaba esperándolo allí.

Ella había estado viniendo a la mansión cada par de días para levantar la maldición de sangre de Bai Tingxin. Necesitaban hacer el ritual un total de siete veces para levantarla por completo.

¡Sin embargo, el proceso era tan doloroso que la gente podía morir en el proceso si no podían soportar el dolor!

Era porque uno no podía detenerse una vez se comenzaba el proceso de levantar la maldición de la sangre. De lo contrario, solo los volvería a afectar de forma más fuerte.

"Comencemos", le dijo B