"No es nada. Solo pensé que vendría a echar un vistazo", dijo Yi Jinli. Después de todo, no quería que ella se emocionara antes de confirmar sus sospechas. ¡Sería mejor esperar a obtener evidencia definitiva antes de decírselo!

"¿Estás de mal humor?", preguntó Ling Yiran.

"¿Qué pasa? ¿Crees que vine aquí porque estoy de mal humor?", preguntó Yi Jinli con un ligero brillo en sus ojos.

"¿No estás de mal humor?". Sus ojos almendrados lo miraron fijamente.

"No". Él sacudió la cabeza y la atrajo hacia sus brazos. "No estoy de mal humor. Al contrario, me siento bastante bien". Había la posibilidad de que el Pequeño Ci pudiera ser su hijo perdido, ¡y ella estaría encantada si eso resultaba siendo verdad!

Él sería capaz de ver su sonrisa genuina. En estos días, habría una tristeza persistente en sus ojos a pesar de que estaba sonriendo.

Ling Yiran estaba confundida. "¿Pasó algo hoy para que estés tan feliz?".

"¿No es el hecho de que estés a mi lado lo suficientemente bueno para hacerme