Ling Yiran le replicó a Su Wenting: "¡Tú eres quien te hizo esto a ti misma! La familia Yi te ayudó a ti y a tu hija cuando estaban en su peor momento. Les dieron la vida que nunca tuvieron. Pudiste haber vivido una vida lujosa y pacífica con tu hija, pero tú misma lo arruinaste. Tu codicia te arruinó. ¡La familia Yi no te debe nada!”.

Habiendo dicho esto, Ling Yiran tomó la mano de Yi Jinli. "Jin, vámonos".

"Está bien", él respondió. Solo tenía ojos para ella.

Su Wenting todavía estaba maldiciendo, ¡pero nadie le respondía!

"¡Vamos!", la mujer policía la regañó.

¡Su Wenting sabía que probablemente pasaría el resto de su vida en la cárcel!

...

Ling Yiran y Yi Jinli salieron por la puerta lateral de la estación de policía. Aunque algunos reporteros estaban esperando allí también, los guardaespaldas de Yi Jinli los bloquearon, y pudieron subir al coche rápidamente.

Después de entrar, Ling Yiran todavía sostenía la mano de Yi Jinli con fuerza. Ella le estaba dando su calor.

Yi Ji