Su aspecto hacía que Ling Yiran quisiera reírse.

"Está bien, es genial que ustedes dos sean cercanos", dijo Ling Yiran mientras levantaba la mano para enderezar la ropa de su hija. Luego, dijo: "No está bien pelear, pero la Pequeña Jin lo hizo porque se preocupó por la Tía y por mí. Ambos deben entender que pelear no es la forma de resolver los problemas. En la mayoría de las ocasiones, solo intensificará el problema, convirtiendo los pequeños problemas en grandes".

Una expresión de comprensión apareció en los ojos de Yi Qianmo mientras escuchaba. El niño sabía que pelear era una mala idea. Después de todo, la familia Yi nunca había educado a sus herederos para que fueran rufianes. El pequeño era más precoz e inteligente que otros niños de su edad.

Sin embargo, Yi Qianjin solo pareció entender la mitad del mensaje. Había una mirada de desaprobación en su rostro. Era obvio que todavía pensaba que pelear era lo más conveniente.

Ling Yiran no pudo evitar suspirar al ver las diferentes