Su tono era relajado e informal, pero había algo amenazante y cruel sobre ello.

Ling Yiran respondió fácilmente: "¡Bien! No te dejaré ir incluso si me rompes ambas manos. Pero Jin... Espero que algún día, también me prometas que no me dejaras. Después de todo...".

Miró sus manos juntas. "Después de todo, los dos estamos juntos en esto, ¿no?".

Hubo un ligero movimiento en los dedos de él, y sintió el impulso de apretar su mano...

***

Yi Jinli finalmente comió la comida que Ling Yiran le había llevado. Sin embargo, la forma en que ella le sonreía con la barbilla entre ambas manos mientras comía lo hacía sentir un poco incómodo.

No es que las mujeres nunca lo hayan mirado fijamente, pero no podía evitar sentir que su flujo sanguíneo se aceleraba cuando ella lo miraba. ¿Desde cuándo le había causado tal efecto la mirada de una mujer?

Por la noche, Ling Yiran regresó a su antigua habitación, aquella que conectaba con la habitación de Yi Jinli.

Para su sorpresa, la habitación seguía