Él le había dicho que sus ojos eran brillantes. Cuando ella miraba a las personas con sus ojos en forma de medialuna y una sonrisa, los hacía sentir felices al instante.

Añadió que sus ojos eran los más atractivos que había visto en su vida.

Sus dedos siempre acariciaban sus ojos cuando estaban siendo íntimos.

Ella una vez estuvo orgullosa de sus ojos porque... a él le gustaban.

Ahora, era él quién le pedía destruirlos. ¡Que irónico!

Al abrir los ojos, Zhuo Qianyun miró a Ye Wenming.

Ahora estaba de pie justo enfrente de ella, y estaban cerca. Ella miró hacia arriba, y fue como si hubieran vuelto a los tiempos en que eran cercanos. Solo que ahora, él no pondría sus brazos alrededor de su cintura, y ella no pondría sus brazos alrededor de su cuello para ser cariñosa con él.

Zhuo Qianyun miró en silencio al hombre que una vez amó, odió y donde sus emociones finalmente llegaron a sentir la paz. Él era guapo y atractivo. De lo contrario, ¿cómo podría haberse enamorado de él tan fáci