El corazón de Hua Lifang estaba lleno de odio, pero logró esbozar una sonrisa. "Por... Por supuesto, lo sé. Por cierto, Yiran también está aquí. Le pedí que me esperara en el salón. No es... mi turno todavía, así que iré a buscarla primero".

Con eso, Hua Lifang hizo un gesto para que él la acompañara al salón.

"¿Ella también está aquí?". Gu Lichen se sorprendió e inmediatamente siguió a Hua Lifang. "Vamos a ir juntos". Él quería ver a Yiran. La extrañaba locamente cada vez que no la veía.

Si no tuviera miedo de que su intensa persecusión la molestara o la asustara, ¡él iría a verla todos los días!

No la había visto en días, con la esperanza de que ella pudiera aclarar sus sentimientos, y casi todos los días, ¡él se abstenía de verla!

Hua Lifang estaba encantada. Efectivamente, todo iba de acuerdo con su plan.

¡Ling Yiran estaría acabada una vez que todos los presentes fueran llevados a la puerta y ella empujara la puerta del salón mientras gritaba con deliberada sorpresa!

Justo