—¿Realmente te atrae alguien…?

—No es eso padre, además, debo volver—dije para levantarme, sin embargo, su mano sujetando la mía hizo que me detuviera.

—Claire, te conozco, al hablar del tema tus mejillas se sonrojaron.

—Eso no quiere decir nada, estás equivocado.

—Si lo es, porque no me dices quién es ¿quién es el afortunado que logra ese efecto en ti?

No podía decir nada, ni siquiera dar indicios, lo que sentía por Dominic era extraño, después de muchos fallos amorosos no sabría con exactitud qué era lo que sentía por él.

—Hija, si es alguien como yo no puedes tener esperanza alguna. No quiero que te suceda lo mismo que a tu madre.

Evitando confirmar su comentario o reaccionar ante una verdad que era completamente cierta, me despedí de él, no obstante, se ofreció a llevarme, petición que después de varios intentos termine aceptando.

Aunque hubiese tocado ese tema en la cafetería, durante el trayecto permaneció en silencio, aun siendo una adulta el me trataba como siempre lo