Lemi MurabakNo tenía ni idea de lo que estaba pasando, y Allison parecía tan perpleja como yo. Podía sentir su mano cogiendo la mía, como si buscara el mismo apoyo que yo necesitaba en aquel momento de incertidumbre. La gente nos rodeaba y en el aire flotaba una atmósfera de expectación. Mi corazón latía con fuerza, yo no quería esto. Tenía miedo. Mi hermano y su mujer me miraban y sonreían, mientras que mi hermana Aisha intentaba contener a su hijo pequeño, pero cuando me miraba había amor en sus ojos.Allison, que llevaba a su hijo de la mano, se acercó a mí sin dudarlo. Mi mente era un torbellino y no sabía qué decir o hacer. Diana, con una cálida sonrisa, se acercó a nosotros y dijo las palabras que lo cambiarían todo."He organizado vuestra boda. Quiero que Allison y tú os caséis hoy. Espero que sea lo que queréis. Y quiero que tengáis toda la felicidad del mundo. Espéralo. Y haz feliz a mi amigo. Te mereces una boda decente".Aquello fue una locura, un giro inesperado de los ac
Alisson SmithEstaba ante el altar, mirando a Lemi, el hombre con el que ahora estaba casada. Era un momento que nunca había imaginado que viviría, y mucho menos de la forma en que estaba sucediendo. Diana, con toda su determinación y empeño, había organizado esta boda para nosotros. Sabía que todo lo que nos había dicho no era cierto, pero sus intenciones eran claras: hacernos felices.Deseaba profundamente que Lemi me quisiera de verdad, que nuestra relación fuera algo más que una fachada. Anhelaba oír de él las palabras "te quiero", como cualquier mujer esperaría el día de su boda. Sin embargo, esas palabras nunca llegaron.Mientras caminaba lentamente hacia él, mi corazón estaba lleno de expectativas e incertidumbres. Lemi y yo nos miramos, y ambos parecíamos igualmente sorprendidos por la rapidez con que la ceremonia se desarrollaba ante nuestros ojos. Todo lo que teníamos que hacer era decir "sí, quiero" y convertirnos en marido y mujer. Era como si estuviéramos representando un
Alisson SmithMi respuesta fue un beso, cómo deseaba a ese hombre. Cada día que pasaba, Lemi se enredaba más en mi vida. Se colocó en mi entrada y entró amorosamente en mi cuerpo, que necesitaba del suyo. La lentitud hacía que los dos conectáramos, los besos nos fundían, las caricias de dos recién casados. Realmente parecíamos una pareja en su luna de miel.Y durante un tiempo me perdí en esa mentira, me perdí en ese deseo y no puedo decir que no hubiera amor entre nosotros. Si alguien nos viera en ese momento de intimidad, jamás diría que éramos una pareja mentirosa. Su boca recorrió mi cuerpo mientras estaba dentro de mí, ¿y estaba mal decir que estaba enamorado de mí? Como siempre había sido claro en no involucrarme, solo tendríamos sexo y no debería enamorarme.Lemi me amaba. Puedo decir que simplemente me amaba. Cuando su mano acariciaba mi cara, su mirada penetrante y la magia de aquella noche y las estrellas lo hacían todo tan bonito. Estábamos en la parte trasera de un camión,
Alisson Smith¿De quién son los errores?"Estás tomando un anticonceptivo, ¿verdad?". Mi cara probablemente ya me estaba diciendo la respuesta."I..." Cómo lo había olvidado. "Sí, lo estaba, pero...""¿Qué quieres decir con que lo eras?""Lo estaba, pero con toda la locura que había en mi vida, acabé olvidándolo"."¿Qué quieres decir? ¿Te olvidaste?""Lemi, mira por lo que he pasado estos últimos días, sólo ahora que lo has dicho me he acordado del puto anticonceptivo"."Quieres tener un hijo mío, ¿ese es el plan?". Estaba muy enfadado. "Entiende que no quiero hijos. Métetelo en la cabeza. Tenemos un acuerdo, esto es una mentira, una mentira. Tenemos sexo y no una vida real".Sentí una opresión en el pecho mientras veía a Lemi alejarse, sus palabras me pesaban como una losa. El agua de la bañera ya se estaba enfriando, pero el frío que sentía ahora provenía de mi interior.Pero la acusación de que lo había hecho a propósito, de que había intentado dejarle embarazada deliberadamente, m
Lemi MurabakUn invitado que no queríaMi mente se agitó cuando vi a aquel hombre en el sillón del despacho de mi casa. Volar era la única palabra que podía describir mi instinto y, sin pensarlo, le di un puñetazo directo en la cara. Una pelea instantánea estalló en medio de la sala, Aslan y algunos guardias de seguridad nos agarraron, manteniéndonos separados. Mis palabras fueron una mezcla de rabia e incredulidad."¿Qué coño hace él aquí?".Toda la casa parecía haberse materializado en el despacho, curiosa y confusa. Alisson estaba entre ellos, sus ojos primero buscándome y luego escaneando la habitación, buscando al desgraciado que la había secuestrado. Y entonces su mirada encontró el otro lado de la habitación y su rostro se contorsionó en una expresión confusa, susurrando su nombre."¿Qué hace ese hijo de puta aquí en mi casa? Voy a matarlo".La confusión era palpable, y fue Aslan quien rompió el cargado silencio con una inesperada explicación. Reveló que la hija de Zayn había s
Lemi MurabakAngustiaEn aquel momento, la escena que se desarrolló ante mis ojos fue algo que nunca olvidaría. Mi madre, la Sra. Sanem, estaba de pie, con la mano temblorosa cubriéndose el rostro empapado en lágrimas. Sus sollozos resonaban en la gran sala, llenándola de desesperación y agonía. Una extraña energía rodeaba el palacio, creando una atmósfera aún más oscura para este terrible descubrimiento.Mi padre, un hombre respetado y querido por todos, yacía sin vida en la cama. Pero la escena era más siniestra que una simple muerte por enfermedad. Todo indicaba que había sido asesinado, una idea que nadie se había atrevido a considerar hasta entonces. Al fin y al cabo, todos esperaban que su enfermedad fuera su destino inevitable. Las palabras resonaron en mi mente mientras me acercaba, atónito."Lemi, mira lo que le han hecho a tu padre". Era la voz de mi madre, temblorosa de dolor e indignación. Su llanto me partía el corazón, pero había algo más. Había miedo.Pronto, mi hermano
Lemi MurabakDescubrimientos"Hola".Estaba inquieto, paseando por la habitación, esperando a oír lo que Said iba a decir. Era nuestro jefe de seguridad, un hombre de confianza, un miembro de la familia. Nunca habría imaginado lo que estaba a punto de decirme.Finalmente, si se pronunciaron las palabras que habíamos estado esperando sobre papá, "Dilo, Said", le supliqué."Lemi, tengo algo importante que decirte", dijo con voz seria y preocupada.Mi mente ya estaba llena de pensamientos oscuros, pero no estaba preparada para lo que vendría. "Dime, Said", repetí, ansiosa."Lemi, tu padre murió envenenado", dijo, y las palabras golpearon mi corazón como una flecha."Eso ya lo sabía", murmuré, incapaz de contener la rabia que crecía en mi interior.Pero Said continuó, y lo que dijo a continuación me enfureció aún más. "No, Lemi. Hoy acaban de aumentar la cantidad. No estaba enfermo, tu padre nunca lo estuvo".Dejé de caminar y miré el teléfono, atónita. "¿Qué quieres decir?", susurré, luc
Lemi MurabakFlor venenosaAl entrar en la oficina aquel día, un sentimiento de aprensión nos invadió a todos. Una caja negra con un lazo rojo descansaba imponente sobre el escritorio, y mis guardias de seguridad no podían ocultar la preocupación en sus ojos. ¿Qué escondía aquel objeto? El suspense en el aire era palpable, y todos estábamos ansiosos.Decidí tomar las riendas de la situación y me acerqué a la caja, dejando que los demás se mantuvieran a distancia. Alisson, con los ojos llenos de miedo, me advirtió con tono preocupado."Lemi, por favor, no la abras. Tengo miedo de lo que pueda pasarte".Mi determinación era inquebrantable en aquel momento. "Tengo que averiguar qué quiere esa persona de nosotros".Alisson siguió insistiendo, preocupado. "Me quedaré a tu lado, me temo que..."."No, Alisson, no quiero que te pase nada malo".Su susurro de mi nombre me hizo darme cuenta en aquel momento de lo importante que era ella en mi vida."Por favor, quédate afuera con Diana. Ella tam