Alisson Smith

Con cada línea que leía de ese contrato, me quedaba más perplejo por las locuras que allí estaban escritas. Cosas absurdas como no poder relacionarme con ningún otro hombre, ni con ninguna otra mujer. Se suponía que debía ser exclusivo. Necesitaba un hijo, un heredero, o tal vez dos, él lo determinaría. Mientras seguía leyendo, no necesitaba ser abogado para entender todo lo que allí estaba escrito. Se había esmerado en escribirlo todo de forma clara y limpia para que cualquier profano pudiera entenderlo. Me impresionó todo lo que había allí.

Hasta que, no más tarde de la cuarta página, tiré el papel sobre la mesa y Lemi siguió sentado de la misma manera. No soy tu prisionera y no soy una princesa para que la tengas en el castillo. Mis emociones bullían, una mezcla de indignación, confusión y sorpresa. No podía creer que me estuviera proponiendo algo tan absurdo, tan restrictivo.

"Cuando te cases conmigo, serás una princesa".

"¿De verdad crees que puedes decirme lo que t