Nicholas.
Ella es mi ángel, cada fibra de mi cuerpo se olvidó de los nervios que sentía con solo ver su sonrisa, ella es perfecta, la mejor y loca decisión que tomé, sé que todo comenzó como una absurda propuesta para salvar la constructora de las manos de mi primo, nunca pensé que podría salir enamorado porque esa es la palabra correcta estoy sumamente enamorado de esa mujer terca, obstinada, que le encanta hacerme enojar, que me vuelve loco y que tiene un inmenso corazón, Isabel Clayton me corrijo ahora es Isabel Salvatore, mi esposa, la única que descongelo mi frío corazón. No puedo imaginar una vida sin ella y nuestro pequeño hijo, feliz es poco porque las palabras quedan corta a esta sensación que estoy experimentando este maravilloso día.
— Tenía mis dudas — Julián aparece de la nada sacán
Nicholas cambio por completo mi vida desde ese día que acepté seguir sus locas mentiras, habíamos pasado por tanto estos meses, que terminé profundamente enamorada de este hombre y ahora venía a confesarme que también me ama. Era la primera vez, en mis veinticuatros años que me sentía verdaderamente amada, lo amo tanto que es imposible explicar, este idiota es una de las personas más importantes de mi vida, no podría vivir sin él y nuestro pequeño hijo. Sus besos no dejaban dudas de ese sentimientos, mi lengua se enreda con la suya y jadeo al sentir como su cuerpo se acerca mucho más al mío. Nos separamos por falta de aire, sus ojos destellaban la lujuria y los míos hacían lo mismo, que tome la iniciativa comenzando a desabrochar cada botón de su camisa sin quitar mi mirada, la quite dejando su cuerpo desnudo y mis manos empezaron a recorrer su pecho hasta bajar a s
Julián. Para un hombre que siempre tiene y quiere todo lo que desea es un golpe al ego que una mujer te rechace como lo hace ella constantemente, me tiene tan colgado de las pelotas que no puedo explicar cómo Catalina Duran me vuelve loco. Desde ese día en que la conocí, cuando Isabel fue atacada por su ex quede impresionado, primero pensé que era como las típicas modelos frías con las que acostumbro a acostarme, pero me equivoque, verla tan preocupada y vulnerable por su mejor amiga sólo daban ganas de estrecharla en mis brazos, la segunda vez que coincidimos fue esa noche que festejamos los logros de la novia de mi mejor amigo, ese vestido blanco que acentuaban sus curvas y ese pelo rojizo la dejaban echa una diosa, sé que el alcohol nos llevó a terminar en la misma cama y no me arrepentía por nada del mundo de eso. Ella fue la primera mujer que piso mi departamento ningu
La segunda parada de nuestra luna de miel era Paris, la ciudad del amor, Nicholas cada día me sorprendía más y más. Ahora estamos en esta hermosa ciudad y lo mejor es recorrer este lugar con el amor de mi vida, es impresionante todo lo que habíamos cambiado en este tiempo, el amor que nos tenemos crece día a día, así como mis ganas de tener sexo en cada lugar recóndito que se nos aparece. Llevaba años sin sexo, pero a lado de este hombre está recuperando de esos días donde era una casta monja, mi esposo es la jodida tentación en persona, no estamos encerrados en la habitación del hotel porque él no nos deja, la finalidad también de este viaje es conocer un poco los lugares donde estamos. Lo bueno de esto que a la noche compensa con largas y largas horas de puro sexo.— ¿En qué piensas, cariño? — me pregunta enarcando una de sus cejas
Francesca.¿Se puede odiar tanto a una persona?Puede que exagero un poco, pero a mis cortos veinticinco años estoy acostumbrada a tratar con idiotas, lidiar con sus altos niveles de estupideces y eso es gracias a que crecí al lado de tres idiotas. Toda mi vida me la pase con ellos soy la única chica del grupo, son mis locos protectores, me han salvado más de una vez golpeando o intimidando a cualquiera que quiera lastimarme, también los ayudo sacando a la locas que se obsesionaban con los tres hombres más mujeriegos de Chicago. Todo eso cambió cuando Isabel apareció en la vida de Nicholas, se modificaron tantas cosas además con ella llegaron sus dos mejores amigas, que volvían locos tanto a mi hermano como a mi amigo con su indiferencia, es muy graciosos ver lo indignados que están porque Catalina ni Juliana, no caen rendidas en los falsos encantos de Juli&aac
Nicholas.Nápoles era el tercer destino de nuestra luna de miel, había elegido esta ciudad para mostrarle a Isabel un poco de la historia de la familia Salvatore. Mis abuelos eran italianos, mi abuela a la cual no conocí era la hija del jefe de Camorra, Giovanni Cirilo, mi bisabuelo fue uno de los lideres importantes de esa organización criminal. Mi hermano no mentía cuando bromeaba que somos descendencia de mafiosos, lo somos solo que nuestro padre nos prohibió pertenecer a ese mundo y nosotros por más adulto que seamos respetamos su palabra, por algo es el jefe de la familia. Esta ciudad describía lo que fue algunos años de mi vida viviendo y estudiando, tenía buenos recuerdos sobre todos los últimos que disfrute con mi bisabuelo aprendiendo que no hay nada más importante que la familia y así lo era, ese es el lema que tenemos, nuestra unidad sagrada que nos
Giovanni.Soy irresistibleTodas las mujeres caen rendidas a mis pies con una simple sonrisa¿Por qué ella es la excepción?Juliana Anderson, llego a mi vida como si nada, nos conocimos de una mala manera digamos que me encontró en un inoportuno momento con una enfermera, ella tuvo la culpa por no haber golpeado la puerta antes de entrar. Nunca imaginé que esa morena de intensos ojos cafés sería una de las mejores amigas de mi adorada cuñada, desde esa tarde en que nos presentaron ella se comporta de manera indiferente, me maltrata, es una completa perra conmigo, lo peor que cuanto más lo hace más loco me vuelve, no pienso rendirme hasta que no consiga una jodida cita con esa bella mujer, tengo que mostrarle que todo lo que piensa de mi es absolutamente mentira. A quien miento, soy el peor hombre para una mujer, mentiroso, mujeriego, promiscuo, un total maldito
Chicago, hogar dulce hogar. Luego de tres hermosas semanas recorriendo Grecia, Francia e Italia era momento de volver a casa, a la ciudad en donde vivo hace casi cinco años acompañada de mi precioso esposo, volver significaba enfrentar la realidad, el trabajo, la rutina diaria, pero también significa ver a nuestro hijo lo habíamos extrañado demasiado solo quería llegar a la casa de mis suegros para llenarlo de muchos besos. Al bajar del avión, un auto ya nos esperaba acompañado de Phil y Frank, ellos sonrieron al vernos, había extrañado a mis dos sombras.— Señor, señora Salvatore — saludaron de manera cortés y profesional.— Chicos — los regaño, saben que odio que me traten de esa forma. Ellos me miraron como haciendo entender que esta el jefe enfrente suyo y deben comportarse solo rodé los ojos, Nicholas siempre intimidando a las personas c
Era mi primer día oficialmente como abogada, me recibieron muy bien en el grupo de trabajo y soy la única mujer del bufete, Julián se encargó de informar quien es mi esposo y lo que puede llegar a hacer si alguno se pasa de la raya con comentarios inoportunos hacia mi persona, lo peor es que él también los amenazó porque nadie se mete con una Salvatore, estos hombres cada días estas más locos. Mi propósito es aprender, sobre todo ganar experiencia, porque para ser una buena abogada penalista se necesita mucho trabajo, es un mundo muy machista, pero pondría lo mejor de mi para ser la mejor y dejen de subestimar a las mujeres. Empezar a trabajar en este lugar era tan raro, porque sentía que me faltaba algo, Nicholas y su malhumor me hacían falta, solo debía acostumbrarme a este nuevo desafío de mi vida, el cual me hará tener ese prestigio ante todos.&md