El solo asintió y todo fue más llevadero, la señora Mónica les pidió a todos ir a comer juntos, ahora eran todos una familia, el señor Richter no se negó, ya en la comida, los mayores hablaron sobre los negocios y a que se dedicaban, al escuchar que Marco era la mano derecha de Axel y que los señores Vega tenía una posición acomodada en la ciudad se tranquilizó un poco, no era exactamente lo que quería para su hija pero le gustaba ver como la señor a Mónica trataba a su hija, el amor de madre siempre le falto y al parecer en la mujer mayor Greta lo podría tener.
El señor Richter decidió quedarse unos días más en la ciudad, habló seriamente con su hija y dejaron las cosas claras y arregladas, Greta quería vivir aquí, ya tenía sus tiendas establecidas en este país y era más fácil su trabajo que el volver a Alemania.
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Todos observaron llegar a la pareja y al mismo tiempo observaban a Axel, quien no dejaba de mirar a Melisa. Ella llevaba un vestido rosa pastel floreado, zapatillas altas y su cabello era más largo y sedoso, Axel se quedó mudo, recordaba a la Melissa de hace años, la chica que era su novia en aquellos días. Caminaron hacia Greta quien sonreía al verla. “Melissa llegaste!”. Melissa se acercó dejando un gran ramo de flores en la mesa. “Si, no podía perderme el conocer a estos hermosos bebes”. Giro para ver a todos. “Hola”. Todos saludaron, estaba muy cambiada. Tadeo se acercó tomándola de la cintura y también saludo a los presentes. Los padres de Marco y el señor Richter
Octavio le dijo su primer encuentro con la chica.“La he buscado en la escuela donde trabaja en varias ocasiones, la espero en la salida de su trabajo y siempre me rechaza, de verdad me gusta”.Melissa lo pensó. “¿Dices que es sobrina de Tania?”.El asintió.Melissa le dijo. “¿Por qué no le preguntas a Tania sobre los gustos de Ximena? puedes comprarle algún regalo y convencerla de salir contigo”.“No es mala idea”. Octavio lo pensó, se levantó y besó la mejilla de Melissa. “Eres la mejor ¿Lo sabías?”.Melissa solo sonrió, Octavio se fue d
Gonzalo miró a Tadeo para después decirle a Tania. “Hablaremos de esto después”. Se fue dejando en el pasillo a Tania y Tadeo. “¿Estás bien?”. Tadeo la examinó. Ella se ruborizo, Tadeo la tenía fuertemente tomada de la cintura protegiéndola, sus rostros estaban muy cerca. “Si, gra…gracias”. Tadeo noto su rubor y sonrió después se dio cuenta que estaban muy cerca, él la soltó. “¿Quieres que te revise?”. Tania negó con las manos en alto. “No, no. Estoy bien, tengo que irme”. Se giró y se tambaleo un poco, estos días las náuseas y mareos eran el pan de cada día. Tadeo la tomó del brazo
Hablaron un poco más sobre e bebe, sus citas y como estaba sobrellevando el embarazo y el trabajo en la oficina, Tadeo le ofreció pagar todo pero ella se negó explicándole sobre el buen seguro de LEXACONNOR, la llevó de nuevo al estacionamiento de la empresa para que ella pudiera recoger su auto. Al llegar al departamento, Tania se dio un baño ya más tarde cenaba con sus sobrinas, ella les preguntó. “¿Qué les parecería mudarnos?”. Las chicas se miraron entre sí. “¿Por qué tía?”. Pregunto Sofia. Ximena frunció la frente. “¿Es Gonzalo? ¿Te sigue molestando?”. Tania jugó con su comida. “En parte, creo que sería bueno ir a otro lugar, algo más tranquilo”. Las chicas pensaron por un momento y al mirarse se asintieron. “Nosotr
Axel y José subieron en silencio, al llegar al piso, se dio cuenta que solo había una habitación, caminaron juntos hacia la puerta y José abrió. Entraron a una pequeña sala muy elegante. José sonrió y le dijo a Axel. “Espere aquí, le avisaré a mi jefe que usted ha llegado”. Se acercó a una de las habitaciones y tocó avisando la presencia de Axel. José camino hacia la puerta se quedó de pie cubriendo la entrada en silencio. Axel se sentó en la sala observando alrededor, el lugar era muy elegante. La puerta de la habitación se abrió y un hombre de traje negro muy elegante salió acomodando su saco. “Al fin nos volvemos a ver”. El hombre tenía una gran cicatriz en el rostro.
Las manos de Melissa temblaban mientras observaba su teléfono, miro a Tadeo y camino hacia la salida del local todavía en trance, Tadeo seguía en la llamada cuando giro no encontró a Melissa, al salir ya no la vio por ningún lugar. “¡Maldición!”.Se cambió rápido el traje y salió a buscarla. Camino por las calles, en las pantallas de la ciudad aparecían las escenas de la lucha entre los coches de Axel y Donato, los informantes le pedían a la gente que se resguardara, segundos después toda la noticia desapareció de la pantalla dando paso a los diferentes anuncios que LEXACONNORS siempre mostraba.Oliver hacía llamadas telefónicas buscando el paradero de Axel mientras Brandon bloqueaba toda la información de las redes. No quería
Melissa se cambió y se lavó para poder entrar, llevaba una bata médica, gorro y cubrebocas, el área estaba completamente esterilizada. Ella observó al hombre en la cama, cerró sus ojos por un momento sintiendo un gran dolor, Axel tenía cables y tubos por todos lados, el respirador artificial lo ayudaba a seguir aquí, el daño a su pulmón era grave, Melissa se acercó y acarició su mano susurrando. “Axel”. Ella trató de no llorar. “Axel no me dejes… por favor no me dejes…” Ella apretó su mano. “Todo el pasado, todo está olvidado, te prometo que si despiertas me quedaré a tu lado, aunque no lo quieras, estaré a tu lado, por favor recupérate, vuelve a mí”. En las noticias se informaba del accidente de Axel, la interpol y el FBI estaba involucrados, ya iban tras Donato des
Ella suspiro. “Tu y yo estamos divorciados desde hace mucho tiempo y ya no tengo que darte ningún tipo de explicaciones, pero es mejor que lo sepas...” Tania al fin le dijo todo. “El es el padre de mi bebe, él y yo estuvimos juntos días después de divorciarnos”. Gonzalo le advirtió a Tadeo. “Es una mujer divorciada”. Tadeo se rio del hombre contestándole. “No le veo lo malo, ella es libre y como ya te lo dijo Tania soy el padre del bebe así que será mejor que te alejes o habrá problemas”. Gonzalo observó la vestimenta del hombre, era elegante y fino. Se burló y miró a Tania. “Vendrás a mí cuando él se aburra de ti, ya lo veras”. Camino hacia la salida furioso. Tania suspiró y giró para ver a Tadeo. “Lo siento”. Tadeo neg