Ella se rió del chico, pero por un momento pensó que él necesitaba de un hombre en su vida que lo guíe. “Pregúntale si quiere quedarse a cenar”.
Octavio negó. “Ya se iba”.
Melissa asintió y Octavio salió con la chica, minutos después regresó con besos pintados en la mejilla y el cuello, Melissa se rió y negó limpiándolo con una servilleta, él se ruborizo y Melissa se rio.
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Por la noche Axel regresó a la mansión, su teléfono no dejaba de sonar, lo contestó con cansancio.
Claudia del otro lado le preguntó molesta. “¿¡Te he llamado todo el día Axel?! Hoy debimos ir a degustar la comida para la boda”.
Axel se cubrió la cara. “Lo siento, estoy cansado, te llamaré
Al otro día, Axel se alistó para ir a la oficina, antes de irse entró al cuarto de Melissa, observó alrededor la habitación estaba vacía, deseaba verla antes de irse a trabajar como lo hacía todos los días, suspiro y se fue a la oficina. Al llegar al edificio Oliver ya lo esperaba, subieron juntos hasta su oficina, Oliver leía la agenda de hoy, cuando entraron a la oficina principal, Oliver coloco algunos archivos en el escritorio, estaba a punto de explicar y Axel le pidió que se detuviera. “Necesito una pastilla para el dolor”. Oliver comprendió y llamó a una de las secretarías, minutos más tarde la mujer entró con un vaso y una pastilla. Axel la tomó y agradeció sin mirar a la mujer. Marco entró sumamente molesto, se sentó en el sillón y resopló. Axel y Oliver se
En la playa de Costa Azul… Melissa sentada en la arena disfrutaba de la brisa, sus lágrimas corrían por sus mejillas, hoy Axel se casaba, Octavio llegó y se sentó a su lado para hacerle compañía. Octavio giro para verlo. “¿Qué harás ahora?”. Melissa lo observó. “Seguiré en la boutique, visitaré a Daniel por las tardes o el señor Jorge me lo llevara para que lo vea, hasta que llegue… mi día”. Octavio hizo otra pregunta. “¿Por qué no decirle que eres su madre?”. Melissa agacho su cabeza. “Daniel ya tuvo una madre que murió en el pasado, si le digo la verdad, él volverá a pasar por lo mismo, perder una madre de nuevo, no es justo para él”. Sonó el teléfono era Greta, Melissa co
Ella resopló golpeando la mesa molesta. “Eso ya lo sabía”. Cruzó sus brazos enojada en la silla. Oliver siguió. “Si accedes a decir quién es, haremos que tengas una estancia digna en este lugar”. Ella miró a Oliver y después giró para ver al enfermero que estaba detrás observándola en silencio, como dijo Oliver, este lugar se movía con dinero y poder, ella era una de tantos pacientes que no tenían recursos, la maltrataban física y psicológicamente, si ellos pagaban por mejor trato, su vida aquí sería mejor. Ella suspiro. “De acuerdo”. Ella se acomodó en el asiento, trató de peinarse el cabello. “Él me dijo que se llamaba Alberto Villegas, pero creo que era un nombre falso, lo conocí en la plaza de la ciudad, cuando llegué buscando trabajo, trabajé en su departamento
Estaba pensando en cómo usar los papeles que encontró en el despacho de Axel. Axel ayudó al chico a acostarse, después de un cuento lo arropo antes de salir el niño le preguntó. “¿Por qué mi nana Melissa no vino hoy?”. Axel extrañado regresó. “¿No vino hoy?”. Sabía bien que ella nunca dejaría de venir a ver a Daniel. Daniel negó. “El abuelo le llamó, pero nunca contestó”. Axel beso al chico. “Lo averiguaré, duerme”. Daniel se acomodó y Axel salió dirigiéndose a su despachó, se sentó en el escritorio jugando con su colgante. Después de unos minutos marcó el número de Melissa, pero nadie contestó. Salió de su despacho y bajó rumbo a la puerta, Claudia salió detrás de él. “¿A d
“Lástima que tu madre decidió acompañarlo a ese viaje, trate de salvarla, pero murió en mis brazos”. El miraba al horizonte recordando. “El único que se salvó fue tu hermano… pero me decide de él rápidamente, así como lo haré contigo”. Axel levantó la vista frunciendo el ceño. Uriel se rio. “¿No lo recuerdas? Tu madre estaba embarazada, apuntó de dar a luz, ella no debió viajar con él, pero era terca y testaruda”. Uriel siguió. “Los llevaron de urgencia al hospital ahí tu madre tuvo una cesárea antes de morir, hice que no apareciera el niño en el expediente, tu abuela por su dolor nunca preguntó nada, pensó que el niño también había muerto”. Uriel observó el lugar. “Párate aquí”. Ella abrió mucho los ojos. “¡Como pudiste!” “Te metiste con el hombre equivocado Claudia”. Ella furiosa se lanzó contra Axel, el solo la detuvo, la seguridad entró y la arrastraron por todo el pasillo sacándola del edificio, ella gritaba y reclamaba, todo el personal veía el show de la mujer y de alguna forma se alegraban que ya no estuviera ahí, era muy altanera y prepotente con todos los empleados. Oliver y Marco entraron a la oficina. Axel hizo algunas llamadas prohibiendo la entrada a la mansión a la mujer y pidió más seguridad para su hijo y Melissa. Marco negó. “Esa mujer está frita”. Axel tomó un sorbo de su trago. Oliver le dio las últimas noticias. “Ya está corroborado la información, tu madre si tuvo al niño, UCAP 57 SU MADRE
Melissa se quedó en shock por un tiempo, Claudia la miraba con una leve sonrisa al ver el semblante de Melissa. Melissa camino por la acera, Claudia la miraba alejarse. Llegó al departamento y marcó el número de Axel. Él contestó. “Melissa”. Ella solo hizo la pregunta. “¿Encontraste a mi madre?”. Axel extrañado la interrogó. “¿Quién te lo dijo?”. Melissa molesta volvió a preguntar. “Dime ¿La encontraste?”. Axel se quedó en silencio y después de unos segundos contestó. “Si”. Ella sonrió triste. “¿Hace cuánto tiempo?”. Axel volvió a queda
Oliver llegó a un restaurante, Verónica lo esperaba ya en una mesa, al verlo sonrió. saludándolo. “Hola” Oliver sonrió. “Hola alcaldesa”. Ella rio. “Bueno, me estoy acostumbrando”. Oliver sacó una carpeta. “Esto es lo que mi jefe quiere hacer en los terrenos de las empresas Gastelum”. Ella leyó los papeles. Oliver le explicó. “Sería un centro recreativo, a un lado una guardería para padres trabajadores de la ciudad y construiremos un centro de tecnología para que jóvenes y niños puedan visitarlo en viajes escolares”. Ella sonreía. “Me parece todo bien, pero los terrenos ¿Están en venta?”. Oliver asintió. “De acuerdo a las leyes