Se escuchó la puerta, Tadeo entró corriendo agitado, había pasado varios semáforos para llegar rápidamente, por fortuna acababa de salir de la casa, no estaba muy lejos cuando María le llamó. “Abuelo… ¿Qué haces aquí?”. Se acercó a Tania colocándola detrás de él, protegiéndola. Tuve que venir a buscarte, esperaba que después de terminar con ese sueño tuyo de salvar gente pudieras regresar a la empresa, pero me entere que compraste una casa en esta pequeña ciudad y no tienes intenciones de irte”. El hombre mayor observó a Tania. “Ahora resulta que serás papá y tu familia ni enterada esta”. Tadeo escuchó los golpes en el piso, el hombre mayor golpeó de nuevo, Tania apretó la camisa de Tadeo desde atrás, el sonido era fuerte y retumbaba en la gran sala, parecía que se partiría en dos cada vez que lo golpeaba en el piso. Tadeo le dijo firmemente. Cuando salí de la familia tu mismo dijiste que no volviera y que no me reconocerías como tu nieto legítimo. ¿Qué te hizo cambiar?”. El hom
Tadeo llevó a su hermana a la habitación de huéspedes, más tarde él se paró frente a la de Tania y tocó la puerta, ella abrió y lo observó en silencio. “¿Podemos hablar?”. Tania asintió y abrió completamente la puerta, Tadeo entró mirando alrededor, antes había estado en el lugar, pero era frío e insipiente. Ahora que Tania vivía ahí, tenía mucho color, las cortinas eran blancas con bordados de flores de colores en la parte inferior, la cama tenía sábanas parecidas y las almohadas eran de colores vivos. El peinador, tenía varios productos femeninos, algunos collares y mascadas colgando de la parte superior. Había una pequeña cara sonriente dibujada en el espejo con labial rosa. Tania estaba de pie esperando a que él hablara. Tadeo se acercó a la cama y se sentó palmeando el otro lado, invitándole a sentarse, ella obedeció algo nerviosa por lo que pasó hace un rato. Tadeo la miro. “Es mi abuelo… en mi familia tienes costumbres muy arraigadas de años, solo los hombres pueden hered
Tadeo y Tania caminaban por la playa tomados de la mano. Tadeo miró a Tania quien sostenía un poco su vientre. “¿Te gustó la comida?”. Tania sonrió y asintió. “Estaba deliciosa”. Tadeo se detuvo al ver que ella masajeaba su vientre. “¿Estás cansada? ¿quieres que volvamos?”. Tania negó y sonrió. “No, estoy bien, quedémonos un rato más”. Tadeo asintió y se acercó, acarició su rostro y la besó. El viento de la noche movía su ropa y cabellos mientras ellos se fundían en un beso cariñoso. Laila y las chicas hacían muecas como si gritaran de felicidad. “Bueno chicas, dejemos a la parejita sola, vamos a comprar algo para cenar”. Las tres caminaron al auto de Laila. ………………………… En la Mansión Connor… Axel seguía en terapias, su habla cada vez era más larga, le gustaba leer mientras Melissa recogía a Daniel de la escuela, el pequeño estaba algo necio estos últimos días, lloraba por las noches y quería que Melissa durmiera con él. Tenía arrebatos extraños y berrinches, Axel trataba de c
El chico apretó la mano de Melissa feliz, miraba a todos con la boca abierta. “¡Eso es genial!, necesitamos mucha ayuda, yo daré todo de mí, no les fallare”. Él y su equipo habían hecho algunos videos pidiendo patrocinadores, los subieron a la red en busca de quien los apoyara, Melissa vio esos videos y cuando escuchó la historia de Aron no se atrevió a decirle la verdad sobre su madre. Melissa sonrió y le entregó una tarjeta. “Estos son mis datos, cuando estés listo llámame”. Aron asintió y se acercó a su padre abrazándolos. “Llamaré a mi entrenador, le daré la noticia”. Subió rápidamente las escaleras y gritaba feliz. “¡Brayan! ¡Tenemos patrocinadores!”. La pareja estaba feliz, pero miraron a Melissa confundidos. Melissa sonrió y les explicó. “Nuestra madre… es drogadicta, tiene muchos cargos en su contra y está en un sanatorio para enfermos mentales, Aron y yo no tenemos el mismo padre y no tengo pistas de quién es”. Ella miró a la pareja que estaba frente a ella tenían miedo
Melissa extrañada observó el lugar. “¿Qué hacemos aquí? ¿No íbamos a un evento?”. Greta sonrió de forma traviesa y al estacionarse giró para ver a su amiga. “Si. Es un gran evento, te esperan adentro”. Melissa no entendía. “¿Qué? ¿Quién?”. Observó el restaurante desde el auto. Greta sonrió más. “Ya lo veras, ahora apúrate que te esperan”. Melissa no muy convencida se bajó, caminó hacia el restaurante y antes de entrar giró para ver a su amiga que le daba ánimos para seguir. Melissa entró al lugar, estaban decorados con flores en todos lados, había un grupo tocando música romántica y estaba completamente vacío, solo una mesa estaba puesta, tenía velas, champán y Axel estaba sentado mirando su reloj nervioso. Melissa sonrió y caminó hacia él. Axel al verla se puso de pie y le sonrió saludándola. “Hola”. El llevaba un traje azul muy parecido al vestido. Melissa se acercó besándolo. “¿Qué es todo esto?”. Axel le explicó feliz. “Una sorpresa para ti”. Melissa miró alrededor. “¿Po
A la mañana siguiente, Axel ya no estaba en la cama, Melissa se levantó con su ánimo por los suelos, se arregló y bajó, el señor Jorge desayunaba con Daniel, Melissa busco a Axel y Octavio. El señor Jorge al verla buscarlo le dijo. “Se fueron temprano al trabajo, dijo que tenía algunos pendientes”. Melissa entendió y desayuno con ellos. Daniel entraría a un campamento de verano por un mes, estaba muy emocionado y le contaba a Melissa todo lo que el abuelo le dijo sobre el lugar a donde iría, ella feliz escuchaba a su hijo, se despidió de él prometiendo llamarlo seguido. Axel y Octavio ya se habían despedido más temprano en la mañana. Melissa llegó a la boutique, Greta ya la esperaba con desesperación por saber lo que había pasado un día antes. Al verla se acerco a ella tomando su mano examinándola. “¿Cómo fue? ¿Le dijiste que sí? Debiste hacerte la difícil”. Greta frunció el ceño al ver sus dedos sin nada. “¿Dónde está el anillo?”. Melissa se rio. “¿Cuál anillo?”. Ella camino
Un chico se acercó, era extraño ver a dos mujeres con vestido de gala. “Hola, ¿Quieres bailar?”. Greta asintió y se fue con el chico, pero antes de irse le guiño un ojo a Melissa quien negó ante el comportamiento de su amiga. Minutos más tarde, otro chico se acercó a Melissa. “Hola”. Melisa lo observó, era alto y muy guapo. “Hola”. “¿Estás sola?”. Melissa negó. “Mi amiga está bailando”. El chico miró a Greta que estaba en la pista. El chico preguntó. “¿Quieres bailar?”. Melisa negó. “No sé hacerlo mucho, lo siento”. Él sonrió. “¿Puedo sentarme y platicar?”. Melissa lo observó, aunque era muy guapo se notaba que era muy joven, se acordó de su hermano Octavio. “Está bien”. Conversaron durante un rato, el chico era muy gracioso. Axel y Marco entraron al lugar, buscaban a las dos mujeres, Axel vio a Greta en la pista y le dijo a su amigo. Marco al verla frunció el ceño y caminó hasta ella. Al llegar él advirtió. “Greta”. Ella giró y le sonrió. “Amor, viniste”. Ella se abraz
Melissa resoplo y se sentó en la cama. “Nunca había bebido antes tanto”. Recordaba aprender a beber un poco en el bar donde trabajaba no comprendía porque estaba comportándose así anoche. “Creo que anoche te pusieron algo en la bebida”. Axel le dijo mientras se abrochaba la camisa de nuevo. Melissa estaba inquieta, si Axel no hubiera llegado lo mas probable es que el chico se la hubiera aprovechado. Axel se levantó. “Te traeré tu almuerzo, cuando aterricemos tengo algo de trabajo, te llevaran al hotel mientras termino, en unos días tendremos un evento, puedes comprar ropa en la boutique del hotel. Ella asintió mirando por la ventana, Axel se acerco y la levanto para abrazarla. “Tranquila, ya paso todo, solo disfruta del viaje ¿De acuerdo?”. Ella preguntó. “¿No estas molesto?”. Axel sonrió. “Claro que lo estoy, pero no contigo, Greta por otro lado…” Melissa negó. “Greta solo me lo sugirió ir al lugar, yo acepte”. Axel la interrogó. “¿Por qué?”. Melissa le explico. “No sé, me