-Charlotte debes hablar con tus padres, llevamos un año en esta relación

-Lo sé, hablaré con ellos descuida – tomando las manos del joven – ya no quiero seguir escondiendo esto

-Haces bien, por cierto ¿Cómo se encuentra el viejo de tu padre?

-Recuperándose, los médicos dicen que fue un milagro que no muriera

-Charlotte dime la verdad ¿Qué sucede en tu familia?

-Eh ¿Por qué preguntas?

-No soy tonto, hay rumores y estos dicen que tu familia está en la ruina y debiendo una fortuna a la familia Contrell

-Bueno…son solo eso rumores – frunciendo el ceño – Gaspar ¿Por qué crees esas mentiras? Además si así fuera ¿Qué tiene que ver?

-Es verdad aunque estuvieras mal en todos los aspectos jamás dejaría de quererte – acariciando la mejilla de la joven – por cierto ¿Qué vas a hacer respecto? Si no estoy mal tus padres ya te comprometieron

-Eso fue un compromiso que mi madre y la madre de Erick arreglaron cuando yo usaba pañales así que no tiene nada que ver, además si hablo con mi padre y le explico él entenderá

-Eso espero – mirando su reloj – es hora de que te devuelva al instituto, antes de que se les ocurra llamar a tu madre

-Bien, entonces ¿mañana a la misma hora?

-Mañana a la misma hora – tomando el rostro de la joven y besando sus labios

Charlotte es dejada en el instituto antes de su siguiente clase, aunque ya las directivas se han dado cuenta de sus frecuentes ausencias y ha decidido reportarlo a su madre, al caer la tarde Charlotte regresa a su hogar y al llegar observa que hay visitas al mayor lo reconoce en el acto como Miguel Williams el director del instituto en donde estudia y al más joven en algún momento debió haberlo visto pero la verdad no lo recuerda, así que pasa de largo pero antes de que pueda subir las escaleras su madre le recuerda sus modales.

-Charlotte ven a saludar a nuestras visitas

-Madre tengo que estudiar para un examen

-Ya luego me entenderé contigo y tus faltas académicas, ven ahora mismo y saluda a nuestros invitados

-Si madre – acercándose para saludar a Miguel y el joven que está al lado de él – director Williams, buenas tardes

-Charlotte Lost – acariciando su larga barba – creo que no recuerdas a mi sobrino – dando su vista hacia el joven que le regala a Charlotte una dulce sonrisa – Erick

-Lottie hace tiempo que no te veía

-Lo siento pero no sé quién es usted

-Es Erick Williams el hijo mayor de Esteban creo que no lo recuerdas solo una vez lo viste tenías cuatro años en ese entonces

-Ah – tratando de hacer memoria – Erick… ¿verdad?

-Así es – dando una sonrisa

-Bien ahora que mi hijo ha llegado podemos hablar de cosas importantes

-Madre – recibiendo una mirada filosa de su madre – lo siento

-Bien Miguel espero que recuerdes que tu difunta cuñada Susana y yo hicimos un compromiso entre nuestros hijos – dejando ambos jóvenes pasmados

-No lo he olvidado, mi hermano antes de morir me pidió mantener ese compromiso – mirando hacia su sobrino

-Bien, como sabes mi hija ya está en edad de comprometerse y casarse, aunque tenga dieciséis años – viendo el terrible sonrojo de Charlotte – así que no veo porque no se deban casar

-Madame Lost, su hija apenas tiene dieciséis ¿está segura?

-Por supuesto que lo estoy, mi hija ya está en la edad de comportarse como un joven de buena familia, y su deber es casarse

-Pero madre yo…yo

- ¿Qué quieres Charlotte?

- ¡Yo no quiero casarme! – colocándose de pie – ¡este compromiso fue hecho desde que usaba pañales, no siquiera conozco a este hombre!

- ¿Vas a desafiarme?

-Madre

-Charlotte toma asiento

- ¡He dicho que no me casaré y no lo haré! – alejándose de los presentes y tomando rumbo hacia las escaleras

Dando un largo suspiro – Madame, veo que esto es…

-Una buena idea tío – los dos mayores se giran y ven al joven – tío por favor no pienses que me he vuelto loco o algo parecido pero quiero honrar la palabra de mi madre

-Con una joven a la cual solo viste cuando era una niña

-Tío no fue mi culpa que mi padre me enviara al extranjero por tantos años – dando una sonrisa – además creo que Lottie y yo podemos llevarnos bien

-Erick ¿estás seguro?

-Claro tío, lo estoy “siempre fue mi sueño casarme con Lottie”

-Bien entonces

-Hablaré con mi hija – poniéndose de pie – Erick ¿podrías acompañarme un momento al despacho?

-Con mucho gusto Madame Lost

Al llegar al despacho Madame Lost decide si se puede decir honesta y decir sobre la situación de su familia – Erick creo que ha debido escuchar los rumores sobre mi familia

-Lamentablemente así es, pero en verdad yo no creo

-Seré honesta los rumores son ciertos – dejando al joven pasmado – Erick

-Por eso el matrimonio ¿verdad?

-En parte, es verdad que ese compromiso fue concebido desde que Charlotte era muy pequeña tú tendrías unos cinco o seis años

-Madame dígame la verdad ¿desea mi ayuda?

-Si no es mucha molestia Erick

-Lo haré – dando una sonrisa a la mujer – quiero a Charlotte, aunque parezca extraño la he seguido en sus redes sociales y me he dado cuenta de que se ha vuelto una joven hermosa así que ¿Por qué no ayudar a mi futura familia? Pero Lottie no debe enterarse

-Ella no sabrá nada sobre esta conversación

-Bien entonces – un tanto pensativo – ¿Qué le parece esto? Me casaré con su hija y los apoyaré económicamente, y cuando Lottie me dé un hijo le dejaré a su entera disposición una cuenta con suficiente dinero para saldar sus deudas

-Me parece bien, espero que no tome esto como si le estuviera vendiendo a mi hija

-Para nada Madame Lost, esto es solo una ayuda que daré a mi familia política así que no lo veo como una transacción, pero si sería bueno que se lo explicara a Lottie

-Su padre y yo hablaremos con ella, no se preocupe

-Bien, entonces por favor dígale a Lottie que la invito mañana a dar un paseo, algo como para conocernos mejor – dando una sonrisa

-Bien se lo haré saber

Luego de que Erick y su tío se marcharan, Madame Lost sube a la habitación de su hija y está por ingresar cuando escucha a su hija hablar con alguien por su celular, lo que escucha la llena de furia ¿Cómo no se dio cuenta? ¿desde cuando estaba en esa relación? Así que entra de golpe asustando a su hija y haciendo que esta tire su celular así que ella puede ver de quien se trata, el hijo mayor de su anterior socio y quien los dejó en la ruina en primer lugar

- ¿Cómo te atreves a hablar con ese hombre?

-Madre yo

-Sabes bien que Demetrio Brown fue quien nos dejó en la ruina que él y su maldito administrador que nos recomendó nos dejaron en la ruina ¡¿y te atreves a tener una relación con Gaspar?! ¡¿en qué estabas pensando?!

-Madre yo…yo quería decirles

- ¿Es que acaso pretendes matar a tu padre?

-Pero con Caroline

-No metas a Caroline en la ecuación, su relación con Joseph fue de mutuo acuerdo

-Pero

-Dejarás de ver a ese hombre

- ¡Eso nunca yo lo amo! ¡no me puedes hacer esto! – recibiendo una cachetada en el acto – madre tú nunca me habías golpeado

-Creo que eso fue lo que te hizo falta, escúchame bien; Erick te ha extendido una invitación para salir mañana y vas a ir

- ¡¿Qué?!

-Más te vale aceptar porque él se ha ofrecido a pagar las deudas de la familia, claro con una pequeña condición

- ¡¿Me estás vendiendo?!

-Más bien te estoy dando un incentivo para que aceptes a ese joven prometedor, ya sabes no te verás más con Gaspar

-Madre ¿Por qué?

-Porque estoy segura de que con el hijo de ese maldito no estarás ¿te queda claro? Y ya sabes lo que puede suceder si te atreves a desobedecerme

-Pero

-Más bien ve a ver a tu padre antes de que se preocupe y ya sabes en su estado no se puede alterar

Al caer la noche Caroline regresa a la mansión Lost puede ver que el ambiente está un poco tenso, así que sin hacer muchas preguntas se dirige con cautela a la habitación de Charlotte al llegar la encuentra sentado cerca de la ventana y sus ojos están rojos de tanto llorar, pero eso pasa a segundo plano cuando escuchan un alboroto en la sala de la mansión y al salir pueden ver a la hija mayor de los Lost, Lorena, sumida en un profundo llanto debido a que Ashton decidió terminar su relación para irse con una de las modelos que sirven a su madre, dado que ahora que la dulce joven está en la ruina ya no le llama la atención.