Empiezo a recordar todo lo que hacía antes, tal vez no tenia ropa cara ni una enorme casa pero era muy feliz y ahora no sé ni que pensar en los brazos de Ethan soy feliz y él a veces es tan tierno pero luego las hurracas le lavan el cerebro y cambia totalmente conmigo.

—¿Qué tanto piensas enana?

Asher me saca de mis pensamientos.

—Extraño a Ethan.

—¿Lo amas?

—Quisiera negarlo pero no puedo, si lo amo y tengo tanto miedo de sufrir, el tiene una vida muy distinta a la mía, su pareja perfecta seria la cotorra.

—No digas tonterías enana, Ethan también te ama, se le nota.

—Y si me ama porque se deja influenciar.

—No lo sé, sigo pensando que hay algo extraño ahí.

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