Unos días después, Caín llegó a la antigua mansión de la familia Burgos, supuestamente para visitar a Rosalía y Yune.

Cuando el mayordomo informó a Rosalía de su visita, casi dudó de su sentido auditivo.

¿Caín había venido a visitarla?

Se sentía tan increíble como si el sol hubiera salido por el oeste.

Rosalía estaba llena de un gran escepticismo.

Yune, también estaba perplejo y preguntó: —¿Por qué has venido Caín? ¿Alguien te envió?

Rosalía hizo un gesto brusco con su mano y dijo: —Bueno, si quiere venir, que venga.

Dado que Caín ya había llegado, no podía simplemente rechazarlo.

Además, en la antigua mansión, incluso si Caín causaba problemas, no sería gran cosa.

Rosalía estaba más bien algo curiosa sobre qué tipo de problemas podría traer esta vez Caín.

Yune estuvo de acuerdo y añadió: —Mayordomo, déjalo entrar.

No estaban muy preocupadas, ya que, si se tratara de los astutos Andrés y Andrían, habrían estado en alerta máxima.

Caín podría ser inteligente, pero en comparac