Pronto, llegó el médico y le hizo un examen físico a Claus.Claus se encontraba en una condición bastante peligrosa. El médico le colocó rápidamente suero intravenoso para bajarle la temperatura y aliviar el intenso dolor.Una vez finalizado el tratamiento, ya era de madrugada. Estrella se mantuvo junto a Claus todo el tiempo, cuidándolo. Al mismo tiempo, Javier también se enteró de la situación y llegó a la casa de Claus lo más rápido posible.Al ver a Javier, Estrella se levantó y no pudo evitar interrogarlo:—¿Qué pasó estos días? El estado de salud de Claus estaba mejorando, ¿por qué ha llegado a esta situación?Javier se sentía muy culpable y le contó todo lo que había ocurrido en esos días. Luego se disculpó con la cabeza agachada:—Lo siento, señorita. Es toda mi culpa. Después de que el señor despierte, aceptaré cualquier castigo que se me imponga.Tras conocer la verdad, Estrella agitó ligeramente la mano y dijo:—No es tu culpa.En realidad, tanto ella como el médico confirm
Sin embargo, al día siguiente, Claus seguía inconsciente en la cama del hospital. Estaba débil y somnoliento a causa de la medicina que le habían inyectado. Mas gracias a ello y a los cuidados de Estrella, su fiebre ya había cesado.A juzgar por el estado de Claus, era mejor que durmiera, después de todo, el cuerpo se recupera mejor de esta manera y a él le hacía falta bastante descanso. Estrella casi no se separaba de él, se sentía más aliviada si lo cuidaba ella misma que en vez de otra persona. Así, vigiló cada detalle de la salud de Claus para asegurarse de que todo estaría bien. Sin embargo, durante la ausencia de Claus, otro complot se estaba tejiendo en la empresa. Rosalía se encargaba de todo a su nombre durante esos días. Pero precisamente, uno de esos días, Andrés apareció en la sala de conferencias en el momento en el que se estaba llevando a cabo una reunión de accionistas. De hecho, a pesar de no haberse recuperado completamente de sus heridas, este justamente aparecía
A pesar de que Rosalía había envejecido, su gran liderazgo seguía presente. Con ella en la empresa, la gente no se atrevía a decir nada fuera de tono, ni a ser imprudentes.El médico de la familia realizaba visitas diarias para ver la evolución de Claus, al mismo tiempo que Estrella le administraba tratamientos en secreto. Para nutrir su cuerpo, utilizó todo el ginseng que se encontraba en el depósito del almacén. Lo preparaba en sopa y le daba a Claus un poco cada día. Estas sopas fueron hechas, todas y cada una de ellas, por la propia Estrella. Cuidaba muy bien de Claus y cuando lo hacía estaba tan agobiada que no podía ni cambiarse, y menos dormir tranquila. Cada día que el médico venía a verlo, comprobaba que, aunque Claus aún no se había despertado, su cuerpo se recuperaba a un ritmo más rápido de lo normal. En resumen, ya no estaba tan débil como antes. Al médico le parecía asombroso. Aunque utilizaba los mejores medicamentos, estos no estaban ni cerca de ser tan buenas como par
Estrella, no se alejó ni un solo momento y siguió cuidado muy bien a Claus durante todo ese tiempo, no pasó ni un solo día que no lo alimentara. Hasta que un día por fin, consiguió que Claus se despertara. Estrella casi lloró de alegría cuando lo vio abrir sus ojos.—Despertaste. ¿Cómo te sientes? ¿Te duele algo? —Ni ella misma se dio cuenta de lo marcada que era la alegría en su voz. En cuanto Claus abrió los ojos, vio a la persona que más deseaba y anhelaba tener a su lado. Sonrió involuntariamente.—Estoy bien.—Es bueno que estés despierto —Estrella respiró con satisfacción. Sus esfuerzos habían dado frutos, al menos Claus estaba despierto. El mayordomo también esperaba en la puerta, al ver que Claus se había despertado, su rostro se llenó de sorpresa.—El señor Claus, por fin se ha despertado. No lo sabe, pero la señorita lo ha cuidado con gran esmero, durante los últimos días, tanto que ha dormido muy poco. —Trabajaste mucho —Claus levantó la mano y acarició el pelo de Estrell
Para Andrés y Andrían, la mejoría de Claus no era nada bueno. Ahora, el abuelo Andrés odiaba de verdad a la casa heredera, había asistido a la reunión aún con sus heridas. Rosalía no solo había demostrado su autoridad, sino también un comportamiento muy descortés con él. El rostro de Andrés era tan antipático que en ningún momento mostraba una expresión amable. Cuando los criados de la mansión de Andrés lo veían, todos preferían evitarlo, nadie se atrevía a meterse con él porque, ya que estaba pasando por un mal momento y tenían miedo de cavar su propia tumba. Andrés sostenía su taza de té y la apretaba con fuerza, preguntándose de dónde había sacado Claus tanta suerte. Tuvo una mala experiencia.…Entretanto, hubo una respuesta de las personas que Rosalía había enviado allí para investigar. Resultó que la causa de la enfermedad de Claus se debía al ambiente frío de su oficina en la empresa.Rosalía estaba en la mansión visitando a Claus y, cuando se enteró de la noticia, se puso fur
Rosalía se dirigió a la oficina inmediatamente después de abandonar la mansión y llevó a los guardias de seguridad a la oficina para interrogarlos. Solo había dos guardias esa noche, lo que hizo que fuera un proceso sencillo.—¿Quién de ustedes tenía acceso al aire acondicionado esa noche? —El rostro de Rosalía era frío y de todo su cuerpo emanaba una majestuosidad innegable. Los dos guardias de seguridad temblaban sin control.—La presidenta les hizo una pregunta, dense prisa y contesten —el guardaespaldas de Rosalía se quedó a un lado mientras observaba a los dos guardias de seguridad que se mostraban desconcertados, su mirada mostró su desagrado.Los dos guardias de seguridad parecieron calmarse un poco y procedieron a contestar: —Aquella noche nos turnamos para manejar los controles de todo el edificio. Nosotros nos encargamos de vigilar que la temperatura fuera constante.Rosalía los observó, ya tenía un pie en la tumba y no lo quería admitir.—¿Constante? —Preguntó con sarcasmo
Fue un asunto de gran magnitud dentro de la empresa y se difundió entre los empleados del grupo Burgos. Al fin y al cabo, el departamento de seguridad no era pequeño. Dado que Rosalía despidió a muchas personas al mismo tiempo, estaba claro que fue un asunto grave.Todos dentro de la empresa doblaron la cautela durante ese tiempo, temían ser despedidos también. No tenían en claro el motivo del despido de los guardias, solo sabían vagamente que parecía tener algo que ver con el estado de Claus. Esta situación también llegó a los oídos de Andrés y Andrían; sabían que Rosalía estaba intentando demostrar su poder y advertía a los demás usando a esos hombres como ejemplo. Andrés sufría un revés tras otro, además estaba lesionado y no gozaba de buena salud. Andrés se estaba recuperando en su casa y Andrían fue a visitarlo para contarle lo ocurrido. —Hermano, no sabes lo arrogante que fue la vieja cuando despidió al personal de la empresa. Los accionistas ni siquiera se atrevieron a expres
Aunque el estado físico de Claus había mejorado notablemente, seguía estando débil y tenía su rostro pálido. Estrella ya no esperaba que Claus se recuperara rápidamente como antes, cuando estaba en buena forma. Recuperar su vitalidad, no fue nada fácil para él.Una mañana Claus se despertó y, tras varios días de descanso, se sentía suficientemente fuerte para ir a la oficina. Se cambió de ropa, desayunó y estaba a punto de salir de casa cuando vio a Estrella bloqueando la puerta. —¿A dónde crees que vas? —Estrella alzó una ceja, su tono de voz llevaba un enfado oculto. ¿Tenía este hombre algún respeto por sí mismo? ¿Qué no entendía el estado en el que estaba su cuerpo? —Voy a la empresa —dijo Claus tratando de persuadirla con cuidado.Estaba adoptando una actitud que invitaba a la benevolencia, esperando que con esto Estrella pudiera ser complaciente. —¿Te das cuenta de que aún te estás recuperando? Estrella estaba sumamente enfadada con él. La empresa era más importante para él e