Claudia estaba arrepentida, pero el hecho de que Estrella estuviera dispuesta a participar en el examen mensual demostraba que todavía tenía esperanzas de participar en la competencia de matemáticas.

Así que, en su tiempo libre, Claudia se puso de acuerdo con otros profesores de diferentes materias, esperando que pudieran convencer a Estrella para que participara en la competencia.

Sabiendo que solo con la persuasión de Claudia, Estrella nunca estaría de acuerdo. Con varios profesores ayudando como sus intercesores, tal vez Estrella cambiaría de opinión.

Los profesores se miraron entre sí y dijeron: —Claudia, no es que no queramos ayudarte, pero conoces el carácter de Estrella. Si ella no quiere ir, ¿cómo nos escuchará a nosotros?

—Sí, Claudia, tememos que no podamos ayudarte con este favor.

—¿Y si Estrella se enoja y se vuelve contra nosotros?

Estaba claro que los profesores de diferentes materias no estaban dispuestos a ayudar en esto. Aunque Estrella no era irrazonable, tampoco esta