Aunque rechazar a esas empresas era una cosa bastante fácil y simple, a Estrella le resultaba molesto. Porque casi todos los días había personas que venían a visitarla, lo cual requería un largo tiempo para lidiar con estas personas, además, era algo que no le gustaba. Sin embargo, si ella no iba, algunas empresas la esperarían afuera hasta que saliera de la escuela.

Para ser honesta, Estrella se quedó sin palabras ante eso. Anteriormente, no se había dado cuenta de que en la Ciudad Norte había tantas empresas de entretenimiento… Por falta de información y experiencia sobre este aspecto, no sabía cómo debería lidiar con la situación.

De repente, se le ocurrió una idea.

Aunque ella no tenía nada de experiencia, ¡tenía un amigo superestrella! Se dio un golpecito en la cabeza, sintiéndose un poco tonta.

Después de clase, llamó a Matthew y le contó sobre la situación. Al principio, Matthew fingió estar muy sorprendido y dijo:

—¡Madre mía! Estrella, todavía no has entrado oficialmente en el