Capítulo 327 Le estará siguiendo
Una vez en el coche, Claus preguntó a Estrella por su dirección:

—Señorita Galve, ¿dónde vive?

Las comisuras de los labios de Estrella se crisparon. Si no sabía dónde vivía, ¿por qué acababa de decir que iban en la misma dirección? ¿Estaba bromeando? Puso los ojos en blanco en su mente. La dirección era un problema menor, al final, tuvo que darle la de Héctor.

Claus asintió y le indicó al chófer que condujera. Después de eso, no dijo nada más.

Estrella estaba un poco confundida. Había pensado que Claus la iba a presionar, aunque fuera un poco, pero al final no lo hizo.

El coche iba rápido y los dos permanecieron en silencio en todo el trayecto. Estrella se sentía inexplicablemente incómoda. Sin embargo, fue bueno que Claus no dijera nada, así podía ahorrarse el tener que buscar excusas para tratar con él.

Cuando llegaron a su destino, Estrella bajó del coche y se despidió de Claus.

—Me disculpo por las molestías que pude haberle ocasionado, señor Burgos.

Claus la miró, levantó la
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