Por la noche, Estrella yacía en la cama jugando con su teléfono.

El juego se interrumpió repentinamente, y aunque Estrella estaba bastante impaciente, su expresión cambió a shock y se mezcló con un poco de emoción al ver la notificación de la llamada entrante.

Sin preocuparse por el juego, Estrella contestó directamente el teléfono.

Al otro lado de la línea, una voz masculina muy agradable. Después de que Estrella contestó, la voz dijo de inmediato: —Ven al aeropuerto más tarde. Todavía tengo dos o tres horas libres antes de tomar el vuelo hacia el norte. Quiero verte durante ese tiempo.

Estrella pensó que había pasado mucho tiempo desde la última vez que se vieron, ya que ambos estaban ocupados y no tenían tiempo para reunirse.

Sin dudar, Estrella asintió—Está bien, estaré allí en un rato. Pero, No me estás mintiendo, ¿verdad?

Esta persona nunca bromeaba; debería ser verdad.

—No nos hemos visto en tanto tiempo, no te mentiría—respondió la voz al otro lado, con un tono de resign