Punto de vista de SalvajeAl salir de la casa de Ángel, no volví al club como habría sido lo habitual, sino que me dirigí a mi casa, ese lugar que solo mis superiores conocen. Pasé toda la noche en vela, sin poder dormir, repasando una y otra vez las palabras de Ángel en mi mente.Sí, me comporté como un maldito impaciente, debí darle tiempo para que se adaptara y se sintiera cómoda en su nuevo entorno. Pero no, como el imbécil que soy, creí que sería buena idea dejar que mis padres y algunos de los moteros conocieran a mi hija.Al comienzo todo iba de maravilla, hasta que Ángel perdió la paciencia y Rebel comenzó a llorar. Fue entonces cuando comprendí que había arruinado todo por completo, incluso mis propios padres me regañaron, aunque tampoco exageremos, carajo, no es como si hubiera invitado a todo el maldito club de motociclistas. Solo invité a los líderes y sus parejas. No fue nada exagerado, ni parecido a las fiestas que organizamos normalmente en el club. Nunca permitiría que
Leer más