Dave apretó los puños con fuerza. No podía seguir esperando.Bianca, sin darse cuenta de lo que pasaba por su mente, creyó que estaba molesto por sus bromas.Con suavidad, envolvió su cabeza en un abrazo, sintiendo sus respiraciones irregulares y desesperadas contra su pecho.—Te protegeré —susurró con ternura—. No lo digo solo para consolarte, es una promesa.Dave la sostuvo con más fuerza, hundiendo su rostro en su abrazo.Bianca percibió la duda en él, pero insistió con firmeza:—Confía en mí. No tengo miedo de defenderme. Si Stacey y Ashley intentan algo, las enfrentaré. Y si alguien te hace daño, se arrepentirá. Estoy aquí para protegerte, así que no te preocupes.El abrazo de Dave se intensificó, sintiendo la calidez de su delgada espalda contra él.Este día nunca lo olvidaría.Bianca acababa de pasar por un peligro, había resultado herida y ahora estaba en cama. Pero aun así, con valentía, le prometió que lo protegería.Su promesa derritió algo en su interior, como el hielo ced
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