Cap. 19: Kelly, me disculpo
Al otro día, él llegó como siempre, magnético, elegante, hermoso, pasó por su lado, igual que cada día, solo unos “buenos días” murmurados entre dientes, pero ella apenas había dormido pensando en él, así que decidió que después de eso se tomaría la confianza para tutearlo, por lo que entró a su oficina y le dijo: –Enzo, ya los auditores están subiendo, los pasaré a la sala de reuniones y les daré toda la documentación que preparamos. –Está bien –dijo él, aceptando el trato que le daba–, cualquier cosa que me avisen. Kelly –llamó cuando le vio intención de retirarse y ella asintió emocionada–, hasta ahora has t
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