Maximiliano no es un hombre que llora fácilmente, pero, cuando es algo relacionado a mí o a la bebé, él se desespera. Se transforma en un hombre completamente loco y tan inestable emocionalmente que nadie puede anticipar alguno de sus movimientos. — ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué razón te lastimaste así, Maximiliano? ¿Acaso no eres consciente que cada vez que te lastimas no solo me lastimas a mí si no a tu hija? ¿Tan poco te importa ella? — pregunto enojada. — Ustedes son lo más importante para mí, pero, Axael, ¿Cómo podría quedarme de brazos cruzados cuando te hice daño? — pregunta Maximiliano angustiado. — Maximiliano, eso fue un error, no estabas atento a lo que estabas haciendo con tu mano y por eso, estás en esta situación. Aunque mis palabras fueron usadas para calmarlo, sucede lo contrario, porque es como si recordara como me lastimó y eso lo destruyera por completo. Maximiliano ni siquiera es capaz de hablar, porque su llanto es tan constante que las enfer
Leer más