Los días han pasado y mi esposa está casi recuperada, aunque todavía no camina al 100% ya lo hace, las cosas entre nosotros no han avanzado porque ella se entregó por completo a las terapias y termina tan cansada que siempre la consigo durmiendo. Pero no es algo que me moleste, al contrario, me hace muy feliz ver su determinación, ya que ella está enfocada en recuperarse. La observo dormir en mi pecho y le doy besitos al rededor de su cara, levántate preciosa que debo resolver algunas cosas, pero primero quiero desayunar contigo.—buenos días, cariño, primero vamos a darnos una ducha y así empieza nuestra rutina diaria, él me ayuda a llegar a la cama y va por ropa para ambos. Ya listos, él me lleva al comedor donde Amanda nos tiene el desayuno listo, terminamos me da un beso en la frente y se despide de mí.—mi amor te tengo dos sorpresas, pero necesito que estés despierta, ¿crees que puedas lograrlo?—te esperaré con ansias, cariño, tranquilo… Haré solo la mitad de la terapia, así no
Leer más