—Señorita Hoffman, el señor Olivo la busca, dice que es urgente, no puede esperar—Hágalo pasar, no dejen que nos interrumpan, esta conversacion es muy importante y algo secreta—Como usted diga señorita Hoffman, no dejare que nadie pueda molestarlos—Gracias, una cosa más, puede enviarme por correo los últimos contratos del señor Olivo, necesito cada uno de sus moviemientos en el trabajo —Claro señorita, me retiro Anelisse revisa cada contrato en mis manos, el señor Olivo tenía muy embaucado a su padre, es como si le tuviera una venda en los ojos, nunca pudo darse cuenta de todos los enredos que ese hombre tenia—Buen día Anelisse, necesitaba hablar de un pequeño asunto contigo ¿Tendras tiempo? es importante—Buen día señor Olivo, sigamos la línea del respeto y los buenos modales, para ustedes soy la señorita Hoffman, usted no es nada mío para darle esa confianza—Veo que te sientes muy poderosa sentada en ese puesto de presidenta del consorcio “EG” Recuerda que la caída más fuerte

—Las mujeres iban y venían, cada vez aumentaban y era imposible sacarme a esa mujer de la cabeza, era una obsesión constante, me quitaba el despecho con la que tenía debajo de mí, las obligaba a guardar silencio, vendaba sus ojos e imaginaba que era ella “Annelise Hoffman” quien gemía fuerte debajo de mi—Estoy harto Darren, podemos regresar a lo que eras antes, el mujeriego me gustaba mas—Cállate Mathias o correrás la misma suerte del gerente del bar y serás tú quien busque mujeres para mi ¿Quieres eso?—De ninguna manera señor Ferrara, seria…. trabajo extra para mi —¿Señor Ferrara? Me extraño que me llamara asi, mire mi reloj y caí en cuenta de lo que hacía, ya estaba en horas laborables y entrando a la empresa—Señor Ferrara. Su madre está esperándolo en la oficina, debe ir preparado vino con su……hermano—Ese estúpido ya regreso, gracias por avisarme estaré pendiente de las culebras—Buen día señor Ferrara, su agenda de hoy está copada iba a leerla para usted, pero tiene visitas