Inicio / Romance / ¡Yo no acepto el divorcio! / Capítulo 141 - Capítulo 150
Todos los capítulos de ¡Yo no acepto el divorcio!: Capítulo 141 - Capítulo 150
150 chapters
Capítulo 141
Daisy creyó que se trataba del personal de turno, así que, en cuanto escuchó que alguien venía, cerró su laptop de inmediato y se escondió detrás de la puerta. No es que temiera que la descubrieran haciendo algo indebido, pero siempre hay que mostrar cierto respeto hacia los funcionarios públicos.Cuando la puerta se abrió, Daisy notó que la persona que entraba parecía moverse con aún más cautela que ella.¿Sería alguien enviado por el culpable?Tal vez no confiaban por completo en las trampas que habían tendido.Sí, seguro era eso. Si no, ¿quién más andaría vagando por ahí a altas horas de la noche?Convencida de que se trataba de un espía del asesino, esperó el momento justo en que la figura se dio la vuelta. Entonces Daisy le propinó una patada certera y, en cuanto cayó al suelo, le clavó el pie en la espalda.—¿Quién te envió?Eliot, la víctima del ataque, quedó atónito.«¡Qué mala suerte la mía!», pensó, frotándose el pecho con una mueca de dolor. Él solo había venido a revisar si
Leer más
Capítulo 142
Y al parecer, muy bien.Desde niño, Fernando y él habían sido entrenados en diferentes disciplinas de combate; rara vez alguien les hacía frente con tanta facilidad. Sin embargo, él acababa de intercambiar más de veinte golpes con Daisy y no pudo sacarle ventaja. «Eso significa que su habilidad sobrepasa la mía», pensó, agudizando la mirada.—¿Quién eres en realidad?Daisy le lanzó una mirada fugaz y contestó con desdén:—Soy la exesposa de Fernando, presidenta del Grupo De Jesús, ahijada de don Erik de la familia Ortega. ¿Te basta con eso?—Daisy, sabes muy bien que no me refiero a eso —repuso Eliot, entornando sus ojos negros—. Pasaste tres años al lado de Fernando fingiendo… ¿cuál es tu verdadero objetivo?A Daisy le parecía un desperdicio de tiempo entrar en detalles, así que respondió con total descaro:—Obvio, por dinero.Eliot se quedó helado. «¿De verdad lo admite así, sin más?» ¿No temía que él fuera corriendo a decírselo a Fernando? Pero Daisy parecía leerle la mente y le lan
Leer más
Capítulo 143
"Lo sentimos, la persona a la que llama está en otra llamada, intente de nuevo más tarde…"Volvió a intentarlo y el resultado fue el mismo.—¿Con quién rayos está hablando tanto rato? —murmuró Eliot, contrariado.Él sabía que Fernando jamás se extendía más de un minuto en el teléfono. Que llevara varios minutos hablando significaba que era un asunto muy importante.Eliot pensó en volver a llamar más tarde. Tal vez, en un rato, Fernando le devolvería la llamada.Sin embargo, ya de camino a casa no hubo ninguna señal de él, y cuando intentó comunicarse de nuevo, se topó con la misma contestadora mecánica.Fue entonces cuando se dio cuenta de que probablemente Daisy estaba detrás de todo.—¿De verdad crees que bloquear mi teléfono va a dejarme de brazos cruzados? —masculló mientras abría la puerta de su habitación, dispuesto a bajar las escaleras.Casi al mismo tiempo, recibió un mensaje de Daisy:[Elena ha trabajado para ti como una mula durante tantos años. Ya es hora de que hagas algo
Leer más
Capítulo144
Y según sabía, nadie más que su mentor —fallecido hace cinco años— lo había visto jamás. Así que, técnicamente, no quedaba nadie en el mundo que pudiera asegurar cómo lucía Y.Sin embargo, Y no tenía ningún pleito con la familia Suárez. ¿Por qué se metería en un asunto tan turbio?Tal vez Daisy estaba exagerando; no parecía tener sentido que él fuera quien hubiera provocado el accidente de Blanca.Dejando a un lado esas dudas, Daisy se metió de lleno en su labor: siguió escribiendo líneas de código hasta que, por fin, derribó el último firewall del sistema contrario. En la pantalla apareció el video original, por fin recuperado. Sus sospechas se confirmaron: la colisión no había sido un accidente, sino algo premeditado.En vez de llamar de inmediato a Eliot, Daisy le mandó un mensaje a Enzo:—Antes de que amanezca, quiero a todos los implicados aquí en la casa de la ladera.Enzo se movió rápido y no tardó en reunir a cuatro o cinco tipos en la villa, todos bien atados de pies y manos.
Leer más
Capítulo 145
Cuando terminó, los hombres se pusieron todavía más blancos. El temor en sus pupilas era cada vez más evidente, pero aun así nadie quiso confesar.—Bien —dijo Daisy con una frialdad digna de una mensajera del infierno—. Si esa es su decisión, la respeto. Enzo, llévatelos. Hazles lo mismo que le hicieron a Blanca, pero el doble.—¡A la orden! —respondió él con firmeza.Llamó a unos cuantos de sus hombres, que sujetaron a los implicados por los brazos para llevarlos hacia afuera. El tipo al que Daisy había pateado no pudo resistirlo más y al final explotó:—¡Está bien, hablaré! ¡Hablaré!Daisy lo miró de reojo, y los guardias lo soltaron. Tambaleándose, él corrió hasta ponerse frente a ella:—Es cierto que alguien nos…Antes de terminar la frase, uno de sus compañeros le gruñó:—¡Cállate! ¿Acaso quieres que te maten?—¿Y quedarnos callados nos va a salvar? —le gritó de vuelta—. A lo mejor si confieso, me muero, pero si no lo hago, seguro me muero más rápido.Enzo, que se mantenía a un co
Leer más
Capítulo 146
En cuanto ocurrió el percance, Blanca no contactó a Fernando, sino que, primero, trató de comunicarse con ella. Un nudo de culpa se le formó en la garganta.—¿Tan importante soy para ti…? —susurró.Si en ese momento hubiera contestado, ¿habría podido evitarse todo esto?***Daisy estaba convencida de que el celular de Blanca seguía dentro del auto. Sin embargo, la cámara del tablero solo captaba lo que ocurría afuera; si necesitaba información sobre lo que pasó dentro, tendría que buscar evidencia directamente en el vehículo.Aprovechando la tenue luz de la luna, Daisy se encaminó a la central de la policía de tránsito. Allí, en un depósito, encontró el auto de Blanca. Al contemplar el estado de destrucción en que estaba, sintió un nudo en la garganta. Aquellos hombres habían mencionado que ella había preferido llevarlos a todos a la tumba antes que rendirse. ¿Qué guardaba ese teléfono que para Blanca valía más que su propia vida?Con cuidado, Daisy abrió el auto y revisó cada rincón,
Leer más
Capítulo 147
Quien hablaba no era otro que Fernando, quien había regresado sin previo aviso. Inicialmente, después de la llamada de Eliot, él se dispuso a marcharse. Sin embargo, justo cuando las puertas del ascensor se cerraban, creyó reconocer la silueta de Daisy en el pasillo, igual que aquella vez, fugazmente, frente a la sala de urgencias. Intrigado, volvió sobre sus pasos para confirmar sus sospechas… y no podía creer lo que veía.Más temprano, había pedido a Thiago que revisara las cámaras de seguridad en el hospital. Descubrió que Daisy sí había estado allí durante el día, así que no era producto de su imaginación. Pero jamás se le cruzó por la cabeza que ella pudiera ser la enigmática «doctora Jade». Pensó, simplemente, que había venido a visitar a Blanca, ya que eran casi como hermanas y sería lógico que Daisy se preocupara por su estado.Daisy, por su parte, no esperaba que Fernando regresara tan pronto. Se detuvo un segundo al verlo, pero enseguida continuó con las agujas como si no hub
Leer más
Capítulo 148
—Blanca… —susurró, con la delicadeza de quien intenta calmar a una niña asustada—. ¿Puedes oírme?Fernando también se acercó, sin despegar la mirada de su hermana, cuyos párpados seguían firmemente cerrados. Tras casi 48 horas desde la cirugía, ella aún no daba muestras claras de recuperación. El ligero sonido que ambos escucharon hacía un momento parecía haberse desvanecido. ¿Había sido solo una ilusión?Daisy revisó a Blanca meticulosamente y notó un detalle extraño en sus pupilas. Se guardó esa inquietud para sí. Cuando dejó el hospital, llamó a Enzo, Lira y Gaviota. Aquellos tres, que llevaban años a su lado, se sorprendieron al verla tan seria.Fue Lira quien se atrevió a hablar primero:—Daisy, ¿qué está pasando?Daisy miró a su equipo con el ceño fruncido.—A Blanca la han hipnotizado.—¿Hipnotizado? —repitió Enzo, incrédulo—. Eso no puede ser. Hemos tenido gente vigilándola todo el tiempo y no notamos nada fuera de lo común. Incluso el personal médico que la ha atendido fue cui
Leer más
Capítulo 149
Contemplar la pantalla desbloqueada le dejó un sabor agridulce.«¿De verdad usaba mi cumpleaños como su contraseña?», pensó, sintiendo una mezcla de ternura y angustia.A pesar de los rumores que suelen circular entre cuñadas, Blanca siempre había sido un sol con ella.Ahogando ese nudo en la garganta, Daisy se puso a revisar con detenimiento. Se fijó primero en los documentos del teléfono, donde solo encontró materiales de estudio de Blanca, nada más. «Entonces, ¿por qué tanto empeño en recuperar este celular?», se preguntó. Algo debía de haber. Dudó un momento y luego abrió la galería de fotos…En cuanto Daisy encendió el teléfono y apenas empezó a revisar la galería, la pantalla se puso negra de improviso. Antes de eso, la batería marcaba un 43% de carga y no habían pasado ni cinco minutos, así que estaba claro que no se trataba de un simple agotamiento de energía. Solo podía significar una cosa: la habían hackeado.—Parece que quien sea que me vigila sabe perfectamente mis movimien
Leer más
Capítulo 150
Daisy contestó sin titubear:—Lo que pase entre Fernando y yo no es asunto tuyo. Pero pon mucha atención, Y: como muy tarde, mañana en la mañana quiero a Blanca despierta. Si eso no sucede, no me culpes por olvidarme de nuestra conexión.Nada más decirlo, colgó. Con un gesto brusco, arrojó el teléfono sobre el escritorio y se dejó caer contra el respaldo de la silla, tratando de regular su respiración. Poco a poco, la furia que palpitaba en su pecho se fue calmando… pero no la culpa.Al final de cuentas, todo lo que le había sucedido a Blanca se remontaba a ella. Si Daisy nunca hubiese aparecido y hubiera seguido huyendo, quizás ni Blanca ni Javier habrían terminado así: uno muerto y la otra gravemente herida. Cuanto más reflexionaba, más se inflamaba el remordimiento, y ese sentimiento reforzaba la decisión que venía madurando:Tenía que salir de las sombras y declararle la guerra a esa bestia agazapada en la oscuridad.Sin perder un segundo, Daisy abrió X, recuperó la vieja cuenta de
Leer más
Escanea el código para leer en la APP