Gabriell entró a la habitación de Isabella, verla ahí vulnerable le recordó a Arielle.Cerró los ojos, suspiró profundo y trató de despejar su mente.Isabella abrió lentamente sus ojos, y lo vio parado frente a la ventana, con las manos en los bolsillos, y mirando a la nada.—Señor..no tiene porqué estar aquí, no se moleste...por favor.Gabriell se giró al momento de escucharla hablar y caminó hasta estar cerca de la cama.—Isabella, tranquila, Estoy en deuda contigo, me cuidaste, y yo puedo hacerlo también.—Discúlpeme no quiero intervenir en su vida.—Vida...creo que no tengo una vida.—Señor Alighieri, claro que tiene una vida, su vida señor, no se que le sucedió, y me imagino es una decepción amorosa, mírame a mi, creí morir cuando el padre de mi hijo lo negó, quise morir, pero me aferré a su pequeñita vida que vive dentro de mi, usted también debe tener algo o alguien porque aferrarse.—No tengo a nadie Isabella, creí que tenía a la mujer más....más..infiel, eso fue lo que tuve,
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