"Sabes, han sido unos días muy buenos", dijo, sin decirnos a propósito cuánto tiempo llevábamos aquí. "En realidad quiero que hablemos", dijo cuando no dijimos nada. Luego suspiró: "Vamos, ¿dónde está la súplica? ¿No vas a intentar hablar conmigo?". Apreté los dientes de rabia.Locos.Eso es lo que son. En realidad estaba disfrutando de las súplicas.Le dio un mordisco a su granola y adoptó un aspecto solemne; me pregunté qué estaría tramando ahora."Mamá murió hace unas semanas", le dijo a Patricia."Sé que no estuviste en su funeral", respondió Patricia."Sí estuve, pero llegué un poco tarde", respondió Tonya."Su cuerpo no aguantó...", continuó. "Su salud mental empeoró, su cuerpo más frágil que nunca, los ojos apagados, la piel pálida, los tratamientos no funcionaban. No podía soportarlo", dijo en voz baja antes de mirarme."Igual que como habrías acabado tú, pero por suerte, te libraremos de tu miseria", sonríe satisfecha, y luego mira a Patricia: "Igual como acabé con la
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