"¿Dónde es este lugar?", pregunté."Aquí es donde te quedarás por ahora hasta que decidas qué quieres hacer con tu vida".Quizá fuera una tienda de campaña preparada para los sin techo de la manada. Pero pensar en gente me da escalofríos. Sekani entró en la tienda y yo le seguí. Para mi sorpresa, la encontré vacía. Me invadió una sensación de serenidad cuando se adentró más y levantó una solapa para descubrir a una anciana sentada en un sillón reclinable.Sekani me cogió de la mano y se acercó a ella. La anciana se nos quedó mirando sin pestañear, su expresión seguía siendo la misma."Abuela Luzy, esta es Laika, tu cuidadora", me presentó Sekani.Mis ojos se abrieron de golpe y se me desencajó la mandíbula. Ni siquiera había dicho que sí al trabajo, ¿y era su abuela, o la llamaba así por el trabajo? A lo mejor también recluta gente para trabajos."¿Mi cuidadora?", dijo la mujer lentamente. Tenía la voz quebrada por la edad. Extendió la mano hacia nosotros. "Déjame sentirte, queri
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