POV de HunterLos gemidos venían gruesos y rápidos.“¡Ah, fóllame más fuerte, mi Alfa!”Escuchar todo eso me provocó una sonrisa malvada a mi cara.Había tres mujeres en la habitación conmigo, y todas estaban desnudas. El olor a feromonas femeninas llenaba el aire, y con cada bocanada, mi polla se ponía más dura.Me encantaba esa sensación, estaba dura como una roca.La zorra que gemía me estaba cabalgando.Era la primera vez que tenía sexo desde que esa puta se fue. Era el tipo de sexo que ella nunca podría darme.Estas putas me darían hijos, hijos fuertes que llevarían mi apellido y pondrían una sonrisa en mi cara. Miraba a los ojos llenos de placer de la pelirroja que me montaba, sonriendo mientras tiraba de su cabeza hacia abajo para que me besara. Pero en ese momento llamaron a la puerta.“Alfa Hunter, el Beta Knoxx quiere verte.”Las palabras del guardia eran urgentes, pero Knoxx no esperó a que terminara antes de irrumpir.Sus ojos recorrieron la habitación y tras r

Me temblaban las manos y Maya seguía llorando. La abracé, con preocupación. “Maya, dile a mamá qué te pasa.” Ella no me dijo nada. Siguió llorando y yo la dejé, porque a veces es lo que hay que hacer. Algo le hizo daño. Algo o alguien. Mi mente corrió a través de varios posibles sospechosos, pero al final no se me ocurrió nadie. El beta fue a buscarla esta mañana y yo les seguí hasta el auditorio. La profesora era una señora de cierta edad, con su colega masculino ayudándola. Fen me aseguró que de momento solo les estaban enseñando lo básico. Como mantener una postura correcta. Se trataba de entrenamiento muscular básico, como esprintar y trepar, solo lo básico. Maya fue la primera en llegar esta mañana, habían pasado menos de tres horas y ya estaba así.“Maya, ¿te ha hecho daño alguien?” Maya se calmó, pero solo asintió ligeramente. La ira me atacó y le acaricié suavemente el pelo. “¿Fue el domador?” Maya volvió a negar con la cabeza y sollozó. “No.” Parecía a p

Me revolví en la cama mientras ladeaba la cabeza y fruncía el ceño. Maya volvió agotada, y según ella, había sido engañada y agraviada por Roman.El Beta la había sometido a más entrenamiento cuando había ido al jardín y, aunque le gustaba, no le gustaba que la engañaran.Sonreí cuando el pensamiento pasó por mi cabeza y traté de romper lentamente su agarre en mi mano. Conozco la Conferencia Alfa. Se celebra cada tres años y, como dice Roman, es una reunión de todos los Alfas del estado. Pero es mucho más grande que eso. Había oído que Hunter había hablado de la conferencia en el consejo y que llevaba un año planeándola. La reunión de los Alfas podría ser la razón por la que era tan malo conmigo, pero eso era algo secundario. Salí de la cama y me preparé. El Alfa Roman era un hombre que amaba mucho a su manada. Aunque no lo supiera por el hecho de que no había oído rumores al respecto, lo notaba por la forma en que hablaba de la manada. Un ataque de unos invasores hace cinco

“¿Puedes verme, Scarlett?”Me giré y reí porque no podía, Hunter me había puesto una venda para sumirme en la oscuridad, dejando solo su voz.“Vamos, Scarlett.”La voz cambió, así que desperté de mi ensoñación y miré alrededor. La habitación estaba completamente a oscuras, solo con la débil luz de la luna brillando a través de la ventana, pero esta no era mi habitación y Maya no estaba aquí, no obstante reconocí mi entorno; era la habitación del Alfa Roman.Al pensar en su nombre, reviví mis recuerdos como si se tratase de una película. Pedí ser yo quien condujera. Planificamos cómo utilizar la Conferencia de los Alfa para librarme de Hunter y eso me emocionó sobremanera, era un plan genial. Simple pero complejo, lo más difícil era ocultarle mi identidad a Hunter durante los próximos dos meses, hasta el día del evento. Inmediatamente recordé el coche, si Hunter había puesto un rastreador en mis botas, podía hacer lo mismo con el vehículo de su hermana. Aria era famosa por ser una

“Creo que me gusta esta nueva escuela.”Parpadeé y solté un suspiro que no me había dado cuenta que había estado conteniendo durante mucho tiempo. “No me digas.”La escuela era enorme. “¿Entramos, señorita?” El conductor, claramente molesto porque le habían asignado la tarea de llevarnos, habló con un tono cortante y enfadado. Maya miraba por la ventanilla cuando el coche se detuvo frente al colegio y pude notar que también estaba sorprendida. Las ventanillas eran transparentes y pudimos ver claramente el aspecto de la Escuela Preparatoria de la Manada Ironclaw. La valla era insólita.Observé cómo un niño, un chiquillo no mucho mayor de lo que debería ser Maya, corría de repente y subía la valla de un salto. Sus manos y pies encontraron “rehenes” en los huecos de la valla y casi como si fuera una rutina, trepó por ella y desapareció al otro lado. Además, no era el único que lo hacía, otros cachorros estaban haciendo lo mismo, e incluso cuando se caían, podía ver cómo se levantaban y