«¡Sí, claro! ¿De dónde voy a sacar el dinero para el orfanato, si no es con ella?».«Ah, ya veo.» Aleandro bajó la cabeza, mirándola a los ojos verdes. Su cuerpo arrinconó a Yuriel contra el lavabo. Estiró la mano, jugando con los mechones de su pelo que aún goteaban agua.«Yuriel Scott, ¿hablas en serio?».«Por supuesto». Yuriel sujetó el ancho pecho de Aleandro, evitando que la arrinconara. Le dolía la espalda contra el lavabo.«El contrato es sólo por un año, ¿verdad? Cuando termine el período del contrato, nuestra relación...» Yuriel dudó en continuar.«Nuestra relación ha terminado», dijo al fin. De algún modo, se sentía incómoda por dentro.Aleandro soltó una risita. Sus ojos se agrandaron y la miraron con extrañeza. Su mano pellizcó la barbilla de Yuriel y tiró de ella para acercarla.A Yuriel le dio un vuelco el corazón, pero no lo presionó.Bajando la cara, Aleandro susurró contra sus labios en voz baja. «Yuriel Scott, antes de que llegue ese momento, eres mía... tú y tu cuer
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