Punto de Vista de LUCY¿Acaba de decir que me compraría por quinientos mil para que yo pudiera pagarle? ¿Qué tan loco podía ser este Alfa?Estaba clavada en mi lugar, tratando de entender sus palabras. Pensé que ya no me necesitaban."Ven..." La mano del Beta Collin se enroscó en mi brazo mientras me empujaba para caminar."Pensé que dijiste que ya no me necesitaban", le dije, suspirando mientras lo seguía."La próxima vez, no escuches a escondidas lo que hable con él"."No lo hice. Solo alcancé a oír"."¿Y aun así no preguntaste?""El Alfa me dijo que no tenía permitido hacer preguntas".El Beta se río pero no me contradijo."Es raro"."¿Ah sí? ¿Por qué?""Dijo que me compraría para que yo pudiera pagarle. Algo anda mal con su cabeza"."Mmm...""¿Estoy en problemas?" De repente me di cuenta de que estaba hablando con demasiada confianza con el Beta Collin. Necesitaba cuidar mi boca."¿Por qué?""Por hablar así del Alfa"."Tal vez sí, y tal vez no. Pero no creo que seas tan ingenua. Me

Punto de Vista de ADAN STONEDurante los últimos diez minutos, me quedé mirando fijamente a la Omega, que estaba durmiendo como un bebé, desparramada en mi cama como si fuera suya. Y lo raro era que fui yo quien la colocó ahí.Nunca antes había permitido que una mujer ingresara a mi dormitorio, ni siquiera la de la limpieza. Había designado a un Omega masculino para el aseo de mi suite y otro para encargarse de mi ropa y objetos personales. No tenía ningún problema con las mujeres, simplemente prefería mantener mi espacio privado.Sin embargo, Lucy llegó y, sin esfuerzo aparente, derribó todas mis barreras en menos de un día. Mi intención inicial era ubicarla en la suite contigua a la mía, que estaba reservada para la Luna actual o futura de la manada. No obstante, por alguna razón inexplicable, me encontré abriendo las puertas de mi propia suite para ella.Incliné el vaso de whisky en mi boca, bebiéndolo todo de una vez antes de volver a dejarlo en la mesa redonda a mi lado para relle

Punto de Vista de ADAN STONEVi un destello de dolor en sus ojos cuando le dije esas palabras, y permaneció en silencio durante el resto del desayuno. Una parte de mí quería abofetearme por ser insensible, pero otra parte quería asegurarse de que ella entendiera su lugar. ¿O no?Mis propios pensamientos eran un lío. En un momento me irritaba que se sintiera demasiado cómoda, y al siguiente disfrutaba sus comentarios atrevidos. Ella estaba desatando un torbellino de emociones en mí, y no tenía idea de cómo controlarlo.Después de terminar de comer, empezó a recoger los platos, evitando mirarme a los ojos. ¿La había lastimado tanto?"Lucy...""Alfa..." Se giró hacia mí, pero su mirada permaneció fija en el suelo frente a mí.Eso no me gustó nada."Toma esto", le dije, entregándole la bolsa de papel que Laira había dejado junto a la puerta antes. Dentro HABÍA algo de ropa para que se pusiera por ahora. "Ponte esto. Vendrás conmigo al edificio de entrenamiento".Levantó la mirada al tomar

Punto de Vista de LUCYSabía que me metería en problemas por atreverme a besar al Alfa, pero no pude resistirme. Era irresistiblemente sexy, y sus labios carnosos me habían tentado desde anoche. Pero no tenía la intención de actuar en consecuencia. Para cuando me di cuenta de lo que había hecho, ya era demasiado tarde."Lo siento, Alfa." Realmente había metido la pata esta vez. Mis manos seguían aferradas a su camisa, lo cual tampoco debería estar haciendo, pero nuestro beso me había dejado las rodillas débiles. Temía que me cayera si él me soltaba."Quiero escuchar esas palabras de nuevo más tarde cuando te castigue por ser tan atrevida en público." Su aliento me hizo cosquillas y, en lugar de asustarme, sus palabras enviaron placenteros escalofríos por mi espalda y hasta mi entrepierna. ¿Por qué esa amenaza sonaba tan tentadora? Esperaba que se refiriera al tipo de castigo que yo estaba imaginando. Porque si era así, estaba totalmente dispuesta."Suéltame ahora..." Susurró, lo sufic

Punto de Vista de LUCY"Sí, quiero ser castigada ahora," solté de repente, sin saber bien por qué. Durante todo el día había anhelado estar a solas con él, y me frustraba que él prefiriera ir de compras en público en lugar de llevarme a la privacidad de su habitación. ¿Estaba perdiendo interés en mí mientras mi deseo por él me volvía loca?Se río, lamiéndose los labios antes de inclinarse hacia adelante, apoyando sus manos en sus rodillas. Su rostro estaba a la altura del mío, su aliento cálido en mi piel. "¿No estás ansiosa por el castigo? ¿Qué tipo de castigo esperabas, Omega?"Mordí mi labio, conteniendo todas las formas en las que quería que me castigara."¿Crees que el castigo involucra camas suaves y caricias gentiles? ¿Rosas y besos?" Me inclinó el mentón con un dedo, mirándome a los ojos. "Solo las buenas reciben eso... Y estás lejos de ser la buena y perfecta Omega que dices ser.""Puedo soportar el castigo para malas chicas, Alfa..." Le respondí, manteniendo su mirada."¿Pue