Con un suspiro resignado, me moví para recoger nuestras cosas hasta que Xaden me detuvo, tirándome hacia abajo sobre la manta con él."No te vas a ir a ningún lado todavía", ronroneó, cerniéndose sobre mí.La forma en que me miraba, acalorada y apasionada, me mareó. Esas miradas normalmente conducían a una cosa. "¿A-Aquí...?", chillé, con la garganta seca. "¿L-Lo vamos a hacer aquí fuera, donde la gente nos puede ver?".Algo brilló en sus ojos, ámbar con el sol poniente. "¿Es eso lo que quieres?".Se me calentó la cara al darme cuenta de que me había arrinconado sin querer. "Ah... quería decir-".De repente, Xaden me estampó un dulce beso en la frente. "Si eso es lo que quieres, tendrás que tener paciencia. Tengo planes especiales para ti más tarde", bromeó, haciendo que mi nervioso corazón palpitara furiosamente mientras me quedaba pensativa ante su insinuación. "Por ahora", dijo, recostándose a mi lado, "solo quiero estar aquí contigo".Una simple petición que sonaba maravillos
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