Esmeralda lo mira con decepción y tristeza, para ella las palabras de Lino eran como una puñalada que entraba justo en medio de su corazón. _Esta bien, no pienso seguir tratando de convencerte, ya veo que nada de lo que yo te diga va hacer suficiente para ti, pero cuando te des cuenta que estabas equivocado va a ser demasiado tarde, porque nunca te voy a perdonar lo que me estás diciendo, y lo que me estás haciendo, quiero creer que eres inocente y que estás siendo engañado, pero si descubro que tú estás detrás de toda esta mentira, jamás, oyeme bien, JAMAS, te voy a perdonar, no por querer quedarte con lo que me pertenece, sino por haberte burlado de mis sentimientos_ Le dice Esmeralda con el corazón lleno de dolor. Lino la mira irse, mientras que de sus ojos caen lágrimas, baja la cabeza, y mira como las lágrimas mojan su escritorio. Pero su orgullo y equivocación no lo dejaban escuchar a su corazón, no lo dejaban seguir sus sentimientos. Esmeralda entra a su oficina y cog
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