”¿Qué quería? ¿Dijo que Neah me hablaría? ¿De qué se trataba?”, pregunta ella, esperanzada.“No, y necesitas dejar el tema de hablar con la alfa. No sé cuántas veces tendré que decirte que necesitas mantener tu distancia”.Ella se pone frente a mí, evitando que me mueva más, y me mira fijamente. “No puedo seguir haciendo esto, Damien. Siento que es inútil que me quede aquí. Quizás no estoy hecha para esto. Quizás es hora de que tomemos caminos separados”.“No vas a ningún lado. Te necesito aquí, donde pueda cuidarte”.Ella me sonríe. “No soy tu pareja, Damien. A ella ya la encontraste”.“Pero eres mi familia”.“Treinta días”, murmura ella. “Te daré otros treinta días y si para entonces ella todavía se niega a hablarme, será momento de que me vaya”.“Treinta días”, accedo. Muchas cosas podían ocurrir en un mes.**** Raven está sentada al otro lado de la mesa, mirándome fijamente. De vez en cuando aprieta el labio inferior, atrapándolo entre los dientes, mientras sus ojos se de
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