Morgan Estaba sentada en el patio de mi casa, pensando cómo organizar mejor mi manada y cómo poder lidiar con los cazadores en el pueblo, según nuestros informes y los de los guerreros élite de la manada real, casi la mitad del pueblo tenía vínculos con los cazadores. Siempre hay una sospecha de que algo asi pasaba, pero nunca pudimos saber muy bien qué era. Luego de tantas escaramusas, ataques y haberles secuestrado los dos camiones, descubrimos que más de la mitad del pueblo estaba metido o sabía lo que ocurría, la otra mitad solamente agachaba la cabeza y hacía vista gorda cuánto todo pasaba. Estaba tan sumida en mis pensamientos que no sentí cuando el alfa Jeremy se sentó a mi lado.-¿tienes un minuto?-pregunto con su característico tono de voz grueso, mandón y su mirada de estar muy molesto, era algo característico en casi todos las alfas, por lo que no me preocupe.-por supuesto, ¿dime en qué te puedo ayudar alfa Jeremy?-respondí amablemente.-solo Jeremy para ti Morgan, mira s

CaelLuego de que Remo se marchó, mandé a llamar a Fred y Sax, entre los tres organizamos un plan alternativo al plan que me dio Remo. Siempre hay que tener una salida o un escape diferente, nos dividimos en dos grupos y fuimos al punto de encuentro, obviamente yo no estaba dispuesto a estar lejos de Morgan y dejarla que Jeremy tomará control tantode esa pequeña pelirroja como su manada, ambas serían mías, por la fuerza si era necesario. Llegamos con antelación pero cuando quise transformarme algo había cambiado, pareciera que las brujas no solamente me dañaron a mí sino que lastimaron a tal extremo a mi lobo que no me dejaba transformarme. Podía sentir la confusión e impotencia que sentía Kratos, pero nada podía hacer, las malditas brujas nos habían hecho algo para que impidiera que yo me transformara. Así que, lo que tuviera que hacer lo haría en mi cuerpo, adapté el plan y esperé. Cuando apareció Remo, siempre controlándome, quedamos de acuerdo de qué lado estaría cada uno. El fueg

EvaSi hay algo que me molesta es visitar a los lobos, cuando descubrí que era pareja de nada más ni nada menos que del rey de los lobos, el famoso alfa Remo, me dió un ataque de ansiedad. No me gustan los lobos, son posesivos, de sangre caliente, gruñen por todo, son demasiado protectores, llegan a ser asfixiantes en cuanto a las libertades, no conocen el espacio personal, además tienen un impulso sexual tan elevado que es imposible concentrarse en algo más, porque solamente piensan en sexo. Pero cuando descubrí lo que era el vínculo de compañeros, la conexión con la tierra y con mi compañero, fue tan intensa que todos los prejuicios que tenía contra los lobos desaparecieron. Lamentablemente nuestro comienzo no fue feliz, pero aún así Remo supo remediar toda la situación y redimirse. Es por eso, que he aprendido a apreciar ciertas cualidades de los lobos, aunque me siguen pareciendo asfixiantes y temperamentales. Ya no estoy tan molesta con ninguno de ellos como antes, mis hijas, lam

Morgan-¿está claro?-pregunté a las dos omegas.-sí luna-dijeron ambas omegas muy serias y atentas.-bueno como ustedes sabrán, no soy una beta realmente, soy un omega, mi padre era el alfa de esta manada, pero mi madre era una omega, lamentablemente mi rango no fue ni beta, ni gama, sino una omega. Esto ocasionó grandes problemas, no solamente a mi madre quien murió al darme a luz, sino también a mi padre, ya que una omega por orden real, no puede estar a cargo de una manada, porque según los antiguos, somos débiles. Ahora bien, una omega es el complemento de un alfa, la diosa luna así lo requiere. Escúchame bien Mindy, cambia esa cara porque esto va para ti y necesito que me escuches-dije viendo la cara y como me ponía los ojos en blanco.-lo siento luna-dijo Mindy.-no vuelvas a ponerme los ojos en blanco, no me gusta y creo que no me lo merezco. Ahora repitiendo soy una omega, lamentablemente mi compañero es un alfa y un alfa bastante malo. Como se habrán dado cuenta mi compañero,

JeremyDecir que estaba nervioso era una obviedad, cuando la vi salir de la casa de Morgan, junto a su pequeña amiga revoltosa la seguí en silencio, ella iba demasiado seria. Cuando la ví tirarse sobre su amiga y tratar de agarrarle el cuello, sospeché que algo había pasado y me acerqué sigilosamente, pude escuchar cómo los guerreros y Ardará le decían de que me diera una oportunidad. No busco lástima de los demás, pero a la mierda si me sirvió, la seguí en silencio y esperé. Mi intención era comentarle de que iba a venir mi hija y quería que se conocieran, pero ella venía tan sumida en sus pensamientos que ni se dio cuenta que estaba yo. Chocó conmigo, cuando le agarré los brazos y la sostuve para que no se cayera, la electricidad recorrió por todo mi cuerpo, mi lobo estaba estaciado, no sabía que hacer para que no huyera, hacía días que no me había acercado tanto a ella, luego terminó invitándome a cenar, no podía dejar de tocar su cara. Era todo tan intenso y nuevo, jamás había exp