CAPITULO 12CELOS El presidente Thomas Brown se detuvo en seco al cruzar el umbral de habitación presidencial, su mirada capturada por la visión que se desplegaba ante él. Amanda, su secretaria, estaba de pie junto a la ventana, las luces de la ciudad bañando su figura. El vestido negro de gala que llevaba parecía estar abrazando sus curvas con elegancia y destacando su cabello castaño recogido en un moño sofisticado.Por un momento, el presidente se permitió olvidar los informes, las reuniones y las responsabilidades que pesaban sobre sus hombros. Solo había espacio para la admiración, y una calidez desconocida que comenzaba a florecer en su pecho. Era una sensación peligrosa, una que no tenía cabida en el mundo calculador de la política. Pero ahí estaba, innegable, mientras observaba a Amanda ajustarse un pendiente, completamente ajena a su presencia.—Señorita Miller— Comenzo Thomas, su voz más suave de lo habitual —está... deslumbrante esta noche.—Amanda se giró, sorprendida al
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