Si pensaba que el sabor de mi parejita era increíble, no es nada comparado con la sensación de estar hasta las pelotas dentro de ella. Está tan jodidamente apretada. Sé que debe haberse desgarrado. Gracias a la Diosa por el avanzado poder curativo de Alessia.Cuando empieza a moverse debajo de mí, tomo la iniciativa. Quiero verla deshacerse, quiero saber que soy el único hombre que la ha hecho o la hará sentir así. Entonces, no basta con que se venga para mí una vez. Sentir cómo me aprieta la polla es, con diferencia, la mejor sensación que he tenido nunca. Necesito sentirlo de nuevo, y de nuevo y de nuevo. A la cuarta vez, sé que la he llevado casi al límite, pues veo sus lágrimas y no puedo contenerme más. Mis caninos salen y necesito marcarla, como necesito aire para respirar."¡Mía!".Mientras la conduzco de nuevo al placer, hundo mis caninos en su cuello. Inmediatamente me inundan sus emociones: placer crudo, alegría y tanto amor. Sólo tengo un momento para disfrutar de sus emo
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