—Cierto, no me había fijado en la hora, lo siento, bueno, ve a descansar, te aseguro que en cuanto termine de recoger me iré a la cama.—Está bien, buenas noches Ross. —Le sonrío.—Buenas noches Star.Doy un suspiro y salgo de la oficina, camino a mi habitación y abro la puerta, esperaba que él me detuviera, pero nada. Al entrar, veo una figura en mi habitación, ¿Otra vez alguien quiere matarme? Sin embargo, esta no muestra algún sentimiento. Huele a madera, me acercó más y es la escultura de mi madre y mía que Rosa había hecho, la trajo hasta aquí, por mi.Una alegría se apodera de mí y me doy la vuelta para agradecerle a Ross, cuando abro la puerta de mi habitación, él se encuentra ahí afuera.—Sé que recordar a tus seres queridos te hace bien, tal vez me falte hacer uno de tu papá… —Me abalanzo sobre él y lo abrazo.—Gracias Ross.—Lo que sea por ti estrellita… digo, Star.Me separo un poco y veo sus ojos, esos que me hacen navegar en su amor. No aguanto más y lo beso, creí
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