Aitana se despertó con una extraña sensación en su boca, se llevó los dedos a sus labios se dió cuenta que los tenía lastimados. _ ¡Ese maldito arrogante! _ dijo enfadada_ ¡¿Cómo se atrevió a besarme así?! Estaba resentida, herida ... furiosa pero aún así en su interior, tuvo que admitir que el beso de aquel extraño, la había desconcertado. Pero ese sentimiento duró poco ya que unas horas después, la atracción que había sentido se transformó en aversión, ella detestaba a los hombres en general, pero sobre todo a los hombres como Nick. _ ¡Todos son iguales! Creyó que iba a caer en su trampa... maldito borracho mujeriego _ espetó. Se levantó y se dió un baño, preparándose para comenzar el día, tenía que pensar bien lo que haría en los próximos días, no quería quedarse en Miami si bien le gustaba la ciudad, no lo sentia su lugar. La noche anterior, había hablado con Julián. El le contó de donde venía y lo que hacía en aquella ciudad. _ Soy bailarin en un sitio elegante y distinguid
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