Por primera vez Daniel parecía interesado en otra persona, alguien que realmente necesitaba de él, de su protección, de su presencia día y noche. Rebecca era una mujer fuerte, había luchado con valentía, era hora de dejarla descansar.Daniel sonrió cuando se dio cuenta de lo que le estaba pidiendo a Edmund.—Sr. Muriel, ¿qué está diciendo? —Preguntó Edmund.—Como has oído necesito toda la información sobre Rebeca Osara y su hijo, sé que su pasado tiene que ser realmente algo.—¿Por qué, por qué, Sr. Muriel? ¿Por qué ha hecho eso? Eso no puede ser peligroso, usted no sabe nada de la mujer y su hijo, tal vez ella es sólo una persona que quiere saber de usted o tal vez, en las peores escenas, ella sabe acerca de lo que pasó con su familia, señor Muriel.Daniel volvió a sonreír. —Lo sé, lo sé, sé que hay mucha gente por ahí que puede saber lo que pasa realmente en la empresa pero, por otro lado, lo dudo. Tal vez, después de todo, la razón por la que escondí a mi hermano no fue exactamente
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