Pongo mis manos encima de su camisa y la voy retirando de apoco, me siento tan incómoda, es que ver su cuerpo así...Me hace recordar lo que pasó en su baño.¡Ay Chavela!, 😣 sácame de este encantó.–Dilara, ¿sabes conducir?–no son momentos de morbosear al demonio, ahora enfócate en lo que estamos, por estar teniendo pensamientos sexuales no conteste lo que me preguntó.–¿Qué dijistes?–¿Sabes conducir?.–No, no lo se–su voz es demasiado agotada y eso me preocupa, la verdad no se cómo manejar un aparato como este.–¿Enserio?, es que no me siento bien, mis manos están muy pesadas, creo que he perdido mucha sangre.–No digas esas cosas, quédate tranquilo yo pediré un taxi.–No nena, los taxis para acá no deambulan–el cierra sus ojos como si tuviera sueño.–Abre los ojos, no te duermas–lo sacudo–vamos a chocar–trato de reanimarlo ya que el se está desmayando, aún así sigue conduciendo y tengo miedo de que choquemos.–No te preocupes yo...–detiene sus palabras–estoy magnífico–me sonríe y
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